Sigue la alerta
Volcán de Fuego deja 69 muertos, en Guatemala
Es la segunda erupción más violenta del país
(Foto: Archivo El Gráfico)
La erupción del Volcán de Fuego de Guatemala ha provocado 69 muertes y ha sido catalogada como la segunda más violenta de la historia en el país centroamericano, despúes de la que realizó el mismo volcán en 1974.
En esta erupción se presentó un flujo de lava y material piroclástico, que son gases y nubes ardientes de polvo y arenas volcánicas, de mil 500 metros que descendieron por la ladera suroriental del Volcán de Fuego, devorando poblados enteros que se encontraban a las faldas del volcán.
La portavoz del Instituto Nacional de Ciencias Forenses de Guatemala (Inacif), Mirna Zeledón, indicó que fueron registrados ocho fallecidos en la comunidad de Alotenango, en el central departamento de Sacatepéquez, seis cuerpos ubicados en la morgue del sureño departamento de Escuintla, donde también fueron agrupados 48 cadáveres en el salón de la aldea Hunahpú, aunque las cifras seguían aumentando.
Zeledón mencionó que la causa de muerte de la mayoría de los 69 fallecidos fue "asfixia por sofocación”.
Los rescatistas continúan buscando algún sobreviviente al desastre natural.
PROCLAMAN ESTADO DE ALERTA. El Congreso de Guatemala ratificó ayer con 112 votos a favor de 158 posibles el Acuerdo Gubernativo solicitado por el presidente, Jimmy Morales, para decretar Estado de Calamidad en los departamentos de Sacatepéquez, Chimaltenango y Escuintla, afectados por la erupción.
El Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología reportó ayer que el volcán están volviendo a su normalidad, pero advirtió que se puede reactivar una erupción, por lo que el país permanece en alerta naranja y recomiendan mantener las medidas de precaución en las zonas afectadas.
LOS ENTIERROS. La plaza central de San Juan Alotenango, Sacatepéquez, acogió ayer los funerales de algunas de las víctimas de la erupción. En la plaza se presentaron cientos de personas acompañando el dolor de quienes perdieron a los suyos, en el desfile de féretros adornados con flores, velas y cruces.