Buzos por poquito y no la libran, en Tailandia

La electricidad y las bombas para sacar el agua dejaron de funcionar, por lo que salir de la cueva pasó a ser algo crucial, cuenta Chayananta Peeranarong, el último buzo en dejar la gruta de Tham Luang, donde pasaron más de dos semanas encerrados 12 niños y su entrenador, como consecuencia de las fuertes lluvías en la región. 

Aunque la operación se resolvió con éxito el pasado martes pese a la enorme complejidad que implicaba, el experto reveló las dificultades de última hora que tuvo que afrontar el equipo de rescate. 

VIDAS EN RIESGO. Las cinco últimas personas rescatadas acababan de ser extraídas, cuando de repente se escuchó un grito desde el lugar más delicado del recorrido de salida, una galería tubular donde había que pasar haciendo contorsiones con el cuerpo. 

Si no se bombeaba el agua en ese lugar, solamente se podía salir con un tanque de oxígeno, explicó Peeranarong, relatando los instantes finales de esa dramática evacuación. Los últimos buzos entonces se "precipitaron" para pasar por ese lugar en forma de T, una verdadera pesadilla por lo estrecho del lugar. 

PLANEAN MUSEO. Las autoridades de Tailandia han anunciado que el complejo de cuevas de Tham Luang,será convertido en un museo para exponer el rescate.