EVITAN TRAGEDIAS
Pirotécnicos buscan regularse para reducir accidentes, en San Mateo Tlalchichilpan
En Almoloya de Juárez artesanos buscan mantener seguridad para que no ocurran accidentes como en Tultepec
(Foto: Jorge Alvarado, El Gráfico)
Por Claudia González
ALMOLOYA DE JUÁREZ.— Los 80 pirotécnicos dedicados a la elaboración de castillería en San Mateo Tlalchichilpan, Almoloya de Juárez, quieren cumplir con las medidas de seguridad y preventivas para evitar accidentes como los ocurridos en La Saucera, Tultepec.
Luego de acusar abandono por parte de las autoridades estatales durante el sexenio pasado, los artesanos dicen estar más interesados que nunca en cumplir con las normas de seguridad para no perder sus permisos y evitar accidentes fatales.
Miguel Salinas, propietario del taller FAT, platicó que hace décadas tramitaron ante la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) el permiso 1181 para la elaboración, transporte y venta de pirotecnia.
Actualmente no todos los productores están al corriente con la documentación, varios deben ponerse al día, por lo que aprovechan el acercamiento del Instituto Mexiquense de la Pirotecnia (Imepi) para conocer cuáles son la medidas de seguridad que deben asumir y no trabajar en la ilegalidad.
“Hace años, ni siquiera había límite para el almacenamiento de pólvora, es decir, nosotros ponemos una cantidad y nadie se aseguró si había o no las condiciones en los talleres”, dijo el productor.
Para mantener la seguridad, optaron por no tener almacenado material, el pedido que reciben, de inmediato lo entregan. Además, adoptaron un sistema de detonación a distancia, con lo que reducen el riesgo de explosión.
También mejoraron las condiciones de los talleres, a los trabajadores les piden no usar ropa de nylon, algodón flamable o indumentaria que con el roce saque chispas.
Incluso, comenzaron a cambiar el clorato por otra sustancia menos sensible, que es el perclorato, el primero es altamente flamable y es la causa de más siniestros.
Aunado a ello, comenzaron a participar en todos los cursos y pláticas que comenzó a impartir el Imepi a raíz de las últimas explosiones en La Saucera, donde resultaron hasta 24 personas muertas.