El talento canterano de Pumas tiene que luchar por un puesto en el equipo

Ocho extranjeros no son un obstáculo sencillo de sortear para un novato que busca ganarse un lugar en la Primera División. En Pumas solía ser distinto y los extranjeros tenían que ser muy buenos para mandar a la banca a los canteranos, reto que ahora los cachorros hechos en CU enfrentan para tener minutos en el Apertura 2018.

Por la banda derecha aparece Alan Mozo, quien debutó en septiembre de 2017 contra Chivas y a sus 21 años se perfila como el único jugador salido de la cantera y menor de 23 años con un sitio casi seguro en la alineación del equipo del Pedregal.

Suma apenas algunos partidos en el máximo circuito, pero suficientes para convencer a la directiva para dejar salir a Josecarlos Van Rankin, quien era dueño de esa zona. Mozo ha mostrado personalidad, velocidad y condiciones para ser una de las promesas universitarias.

En la media cancha Andrés Iniestra, quien ya debutó ante Veracruz, carga con buena experiencia en las categorías sub 17 y sub 20, además de Segunda División con Pumas, así como en la Liga de Ascenso con el Mérida. Tiene 22 años y es un todoterreno capaz de darle equilibrio y salida al equipo. El problema es que tiene que superar a gente con más experiencia como David Cabrera.

Ya en la delantera destaca el más joven de todos. Se llama Brian Figueroa y es quien más consistencia ha tenido en el primer equipo. Se estrenó a los 18 años y uno después tendrá que demostrar que está listo para ser titular. Puede jugar como centro delantero, atrás del nueve o como un volante por izquierda, situación que lo convierte en una opción muy interesante para Patiño.

Su tocayo Bryan Lozano tiene como carta de presentación ser hermano del famoso “Chucky”, que triunfa en Europa. El felino tiene 21 años y es un volante habilidoso que ha hecho todo el proceso en las inferiores de Pumas, desde que llegó en 2012.