no superan el mal trago
Quedan dañadas 2 mil casas tras fisura en el bordo del río Lerma, en San Mateo Atenco
Si el clima mejora, CONAGUA y Protección Civil pronostica en 15 días recuperar la normalidad
(Foto: Ximena García)
Bajo aguas negras, desesperados, impacientes y sin esperanza, es como viven los más de 5 mil damnificados que dejó la fisura en el bordo del río Lerma.
Cuatro días con sus noches han pasado desde que el boquete de 15 metros permitió que la corriente transformara las calles en riachuelos y las casas en estanques, sin embargo, temen, la tranquilidad no regresará esta semana, ni la siguiente.
Contemplando las aguas negras, utilizando canoas, vehículos de rescate de la Secretaría de Seguridad o los camiones del Ejército para poder moverse, es como pasan las horas.
Esperan que los trabajos de reparación del Lerma concluyan pronto y no revienten, que la ayuda suficiente llegue. Aguantan el olor, el sol, las lluvias, los piquetes de los moscos, la sed, el sueño, el hambre.
"Nos ha ido un poco mal, el agua nos ha afectado, al grado en que tuvimos que sacar nuestras cosas de las casas, porque, si las dejábamos, la gente se las roba", comentó Francisco, vecino del Barrio de Guadalupe.
Pero las casas no fueron lo único afectado, también 200 terrenos de cultivo, la siembra de este ciclo se perdió, es decir, los damnificados que también se dedican a la agricultura, perdieron todo su patrimonio sin saber si se podrá recuperar.
El Barrio de Guadalupe fue uno de los más afectados pero también, el que más tardó la ayuda en llegar, por lo que los vecinos tuvieron que manifestarse el lunes frente al palacio municipal.
De acuerdo el reporte de la dirección de Protección Civil el tapar el boquete en el bordo, evita la invasión de más agua a las zonas anegadas; sin embargo la emergencia está lejos de superarse.