La autoestima es el aprecio que nos damos a nosotros mismos. Este aprecio es auto-generado, surge de nuestro interior; se deriva de la opinión que tenemos de nuestras habilidades y limitaciones. Cuando tienes una sana autoestima, estás satisfecho contigo mismo y te consideras merecedor del respeto de los demás. Cuando tienes baja autoestima, das poco valor a tus opiniones e ideas. Otro signo de baja autoestima es pensar que no eres “lo suficientemente valioso” o que no cuentas con las habilidades necesarias para alcanzar tus metas en la vida, ya sea encontrar una pareja o conseguir el trabajo que tanto anhelas.A pesar de que la autoestima es una valoración que debe surgir de dentro de uno, éste no siempre es el caso. La mayoría busca su sentido de valía fuera, en los demás. No buscan la autoestima, sino la estima de otros, esperando que los validen como personas inteligentes y capaces. Un empleado basa el concepto de sí mismo en el reconocimiento que le da su jefe. Para sentirse bien, una ama de casa espera elogios por sus labores en el hogar. Los adolescentes quieren que sus compañeros de escuela los admiren. Una chica necesita que su novio le diga que la quiere para creer que es valiosa.
Da prioridad a la autoevaluación
Nos han vendido la idea de que debemos buscar nuestro sentido de valía fuera de nosotros. Hay una presión constante para que nos alejemos de quienes somos en realidad. De la publicidad y el marketing hemos aprendido que hay que invertir mucho para que nos valoren. Una mujer tiene que lucir como una princesa para ser considerada bella. Un hombre debe ser rico y poderoso para resultar atractivo. Los comerciales afirman que ser como somos no es suficiente, que hay que mejorar, tener más, hacer más, y además mostrarlo al mundo para que nos validen. Así es como la valoración que hacemos de nosotros mismos pasa a segundo plano y se privilegia la evaluación que se obtiene de otros.
¿Cuándo impides el desarrollode tu autoestima?
Cuando le das a otro el derecho a decidir si eres digno de afecto o reconocimiento. Busca el sentido de merecimiento en el lugar adecuado, dentro de ti. Cuando moldeas tu comportamiento sólo para encajar (cierta grado de adaptación es sano). Debes estar consciente de que agradas a unos y a otros no, y así está bien. No tienes que ser .Cuando dejas de ser tú mismo y te presentas de cierta forma sólo para ser aceptado. Toma en cuenta que la valoración ajena con frecuencia es superficial, caprichosa y poco objetiva.
Cuando escondes o niegas rasgos de tu personalidad, como inseguridad o vulnerabilidad. Aceptar las flaquezas y temores es signo de fortaleza y un comienzo para superarlos.
Cuando por mostrarte seguro o fuerte, para aparentar una alta autoestima, dejas de ser auténtico. Cualquier falsedad o intento de quedar bien es signo de baja autoestima.
Cuando eres demasiado complaciente con los demás y privilegias sus necesidades. Ser generoso contigo consiste en poner atención a tus necesidades para después poner atención a las de otros.
Cuando te juzgas con base en lo que otros opinan de ti. Por mucho que ellos se consideren jueces que evalúan, sólo son personas con opiniones y creencias. No eleves una opinión al grado de juicio.
Si dependes de la aprobación ajena, te devalúas. ¿Por qué darle a alguien más el poder de enjuiciarte y decidir sobre tu valor?
De acuerdo con investigadores de la UNAM, uno de los problemas relacionados con la vigorexia, la preocupación obsesiva por el físico, es la baja autoestima. De hecho, muchos de los hombres que presentan este trastorno buscan tener masa muscular porque se sienten pequeños o débiles.
Cómo mejorar su autoestima
Autor: Nathaniel Branden
Editorial: Paidós
Sinopsis: Este libro es una guía para lograr, con técnicas simples, fortalecer el sentimiento de la propia valía.