Mujer policía de la CDMX relata experiencia de violencia de género

Por Sergio Trejo

Con sólo tres meses trabajando dentro de la Policía de Investigación (PDI), adscrita a la Fiscalía Central de Investigación para la Atención de Delitos Sexuales de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PGJ CDMX), Lety rompió con las costumbres de su comunidad negándose a vivir en un ambiente de pobreza y violencia familiar.

La historia comenzó hace algunos años, cuando su padre arregló su matrimonio a cambio de maíz y animales, como tradicionalmente se hace en la comunidad oaxaqueña de Santa María Chilchotla. 

“Mi papá estaba tomando con el papá de mi esposo y entonces ellos hicieron un convenio, yo tenía 16 años, era menor de edad, y nos llevaron a Oaxaca y nos casaron”.

En entrevista con EL GRÁFICO, Lety señala que la violencia hacia las mujeres en su pueblo es tan grave que incluso la padecen por parte de las instituciones ya que para poder recibir atención médica y poder dar a luz a sus bebés, debe presentar su acta de matrimonio; de lo contrario, se los niegan.

CAMBIOS. Al ver que su relación con su pareja no funcionó, intentó escapar del hogar de su marido en diversas ocasiones; sin embargo, era golpeada cuando la localizaban. 

Una vez que logró huir, se dirigió a Estados Unidos dejando a sus hijos encargados en la CDMX, pero ahí también padeció de discriminación, incluso de sus familiares que residían allá, por lo que decidió volver.

Con el dinero que juntó compró un terreno, abrió un negocio y terminó la preparatoria. Poco después, entró a trabajar a los reclusorios, pero pues “yo quería darles algo mejor a mis hijos; tampoco quería quedarme ahí porque el ambiente es feo. Salió la convocatoria para el Instituto de Formación de la Procuraduría, estuve un año de curso y apenas en septiembre ingresé a la Policía de Investigación, donde quiero seguir creciendo”, aseguró.