Las ancestrales recetas naturales que sobreviven al tiempo son hoy un tesoro que contribuyen al cuidado de la belleza y salud de la piel. Los secretos de esas fórmulas se encuentran en los productos de Le Couvent des Minimes, y perpetúan una larga tradición de simplicidad, cuidado y generosidad que empezó hace mucho en el convento de los Mínimos, en Mane.
El surgimiento de acciones altruistas y desinteresadas de las franciscanas misioneras de María en el convento de los Mínimos es la raíz de todo. En 1862 se convirtió en hospicio y para cuidar a los pensionistas con los mejores productos posibles, las religiosas transformarán el lugar y sus jardines en una granja modelo.
Las franciscanas eran conocidas en la región por sus recetas de cocina benéficas que preparaban para ayudar a los residentes a recuperar sus fuerzas.
Rosas maravillosas
Así que echaron mano de rosas del lugar, cuyas propiedades en el tratamiento de la piel es conocido desde la Edad Media y son parte de recetas antiguas como el vulnear y balm, utilizado para curar heridas, o el cold cream, que lucha contra la sequedad cutánea e irritaciones.
El anatomista francés y padre de la cirugía moderna, Ambroise Paré, utilizó muy a menudo agua floral de rosa como base de preparación para todos sus ungüentos.
Un jardín para la piel
El tratamiento de La Rosaleda sigue esta tradición de tratamiento de la piel utilizando rosas en una receta original para el rostro, con su experiencia ilustrada en el grabado representando un mortero y un pistilo.
Le Couvent des Minimes lo sigue preparando con el mismo esmero de hace siglos y por ello su fórmula hidratante no es grasosa y contiene loción de semillas de rosa gálica y rosa salvaje, además que el agua floral de rosa damascena refresca y suaviza, en tanto que el aceite de rosa mosqueta favorece la renovación celular y los polifenoles de escaramujos de rosa salvaje preservan la luminosidad y protegen de los radicales libres.
El Bálsamo del Jardinero para las manos se crea con manteca de karite nutritiva, reparadora, regenerante y protectora de la piel; lleva mimosa reconstituyente y manzanilla con poder antiinflamatorio y calmante, así como malvavisco antiirritaciones, caléndula antiséptica, hoja de limón purificadora, romero antioxidante y protector, además de verbena revitalizante.
Eau Aimable Coloniae es un elíxir de flor de azahar y cinco plantas beneficiosas para brindar dulzura, “perfumar y hacer bien”.
La Receta Energizante rinde homenaje a la labor y a la energía de los que han dado vida al convento de los Mínimos de Mane:
“Fueron los hermanos mínimos quienes construyeron los jardines en terraza, y las franciscanas misioneras de María quienes enriquecieron estos primeros cultivos para cuidar de todos aquellos que acogían...” Para el cuerpo y el bienestar contienen verbena, limón y otros secretos para mejorar el humor e hidratar la piel.
La Receta Relajante brinda una atmósfera de calma con lavanda, acacia y otros secretos para relajar el cuerpo y la mente. Una vaporización de cinco minutos sobre la almohada antes de acostarse hace que llegue la paz y se dice adiós al estrés.