VIEJOS ALEGRES

Pobladores de Temascalcingo piden lluvias a Dios y a Menyeje 'señor del agua'

Decenas de abues hacen bulla en las calles para alejar las malas vibras

Pobladores Temascalcingo piden buenas cosechas

Foto: Archivo El Gráfico

Al día 21/06/2019 10:25 Ximena García Actualizada 10:25
 

TEMASCALCINGO.— Maguey, ixtle, barro y fe son los ingredientes principales de una tradición que se juega a morir y que, para quienes participan en ella, cada año se convierte más necesaria pues las sequías acechan como nunca. 

A penas dan las 8:00 de la mañana y el sincretismo se hace presente con una misa a la que acuden los otomíes y mazahuas de las comunidades de El Puente-Andaro, Puruahua, La Corona, San Pedro, La Huerta, Maró, El Centro, Bonshó, el Calvario, Las Magdalenas, entre otras.

Una vez al año, las dos etnias coinciden para pedir a Dios y a Menyeje —señor del agua— que la lluvia no llegue tarde y que el maíz de sus tierras pueda convertirse en alimento para sus familias.

El sol apremia, los trajes pesan, luchar contra el mal es cansado, reconocen, pero no más que tener hambre y labrar tierra seca.

Sin excepción, grandes y chicos se convierten en los también conocidos como Xita de Corpu para rezar por la fertilidad de sus tierras durante el Jueves de Corpus Christi.

La fiesta dura en promedio nueve horas, van danzando, luchando contra el mal, y regresan caída la noche a sus casas esperando que los pasos dados y sus gritos hayan funcionado.

Es muy bello ver que niños, grandes y viejos de verdad se juntan, se preparan por meses para hacer sus máscaras y salir a pedir a Dios y a Menyeje que no les falten las lluvias”. Participante

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