Antonio Villalobos
Alcalde de Cuernavaca despide a policías por infraccionar a conocido
Despide edil de Cuerna a dos agentes de Tránsito por detener a su compa
(Foto: Xavier Omaña, El Gráfico)
CUERNAVACA.— Dos policías de Tránsito fueron cesados de sus puestos, presuntamente por infraccionar a un conocido del alcalde de Cuernavaca, Antonio Villalobos.
El pasado 3 de julio, el policía de Tránsito, Eduardo Antonio Cuevas, pidió al conductor de un auto Peugeot, que se orillara sobre avenida Morelos, en la colonia Las Palmas, pero el automovilista lo ignoró.
Por eso el agente fue tras él y nuevamente solicitó que parara su marcha, entonces el conductor se detuvo. Luego el elemento se acercó al conductor y le notificó que lo había detenido porque no llevaba puesto el cinturón de seguridad.
Al pedirle sus documentos, el automovilista se negó a entregarlos, por lo que el elemento solicitó una grúa para arrastrar el auto.
“En ese momento se me acerca un motociclista, se bajó y, portando un casco color negro con el que no se podía saber quién era, me preguntó qué había pasado; le dije que el conductor no llevaba el cinturón y que no quería mostrar sus documentos, por lo que procedía a remitir el vehículo al corralón. En ese instante se levantó el casco y era el alcalde de Cuernavaca, Antonio Villalobos”, relató el policía.
Rafael Rosas, otro agente vial, llegó al lugar para apoyar y se comunicó con un superior, a fin de notificarle que un hombre, que se acreditaba como el alcalde, exigía que se dejara libre al infractor.
“Estaba hablando por teléfono y el señor (edil) se me acerca, no me dijo que era el alcalde y le dije que me permitiera un minuto. Después colgué para atenderlo y me dijo: ‘ahora te chingas, ahora son mis pantalones los que van a hablar’, y se cruzó la avenida amenazándonos con despedirnos”, indicó.
El conductor logró evadir la multa y 14 días después ambos policías fueron llamados para ser despedidos; les exigieron que firmaran sus renuncias, pero se opusieron y denunciaron públicamente el hecho.
Eduardo, con 14 años de servicio y Rafael, con 20, dentro de la Policía Vial, aseguraron que no había motivos para ser despedidos y que todo fue una venganza del alcalde.