Río de sangre causa molestia a vecinos de Toluca, acusan al rastro

TOLUCA.— El rastro municipal es motivo de reclamo por décadas para quienes viven en sus inmediaciones y para quienes sufren los estragos de los desperdicios vertidos en el río Verdiguel, sin embargo, de acuerdo con la Coprisem, no hay denuncias por daños ambientales.

Ubicado en la López Portilo e inaugurado en 1969, el Rastro Municipal está edificado cerca de escuelas, casas y hospitales, lo que ha causado malestar, pues dicen que las infecciones estomacales, mosquitos y ratas son una constante en sus vidas.

Los problemas de salubridad son arrastrados a San Cristóbal Huichochitlán por el Verdiguel, que siempre está teñido de rojo, pues la sangre del ganado bovino, porcino, ovino y caprino que es sacrificado, ahí es vertida, a pesar de que se cuenta con una planta tratadora de agua.

Al respecto, la Comprisem inspeccionó al rastro y ordenó la reparación del incinerador para la destrucción de las partes del animal que se decomisan, lo que “ya se subsanó”.