Amanecí bien mojada y usé vibrador mañanero
(Foto: Archivo El Gráfico)
Hola, mis amores, espero estén teniendo un excelente miércoles y que su semana vaya mejorando conforme va avanzando.
Hoy quiero calentar su día con un sueño húmedo que tuve, tan húmedo que la única solución que vi al despertar fue tomar mi vibrador y poder sentir un poco de ese placer en la realidad.
Como ha estado lloviendo me encanta dormir desnuda, pero cobijada, sentir lo suave de la cobija en mi cuerpo y el frío que hace por la lluvia me relaja y me deja descansar mejor.
La noche de mi sueño bajé a la cocina por una taza de té y me subí a mi habitación a ver una serie llamada Mindhunter, en la cual hay una mujer que en su personaje es lesbiana y tiene una relación con una chica de un bar. Verlas me hizo recordar a mujeres con las que he estado, con una conexión más allá de lo sexual y así viendo la televisión me quedé dormida y pensando en ellas.
En mi sueño estaba Ana, una mujer delgada, con cabello negro lacio y largo, era blanca, muy blanca y tenía ojos cafés. Como si de una película se tratara, abrí mis ojos y ella estaba parada en la puerta de mi habitación, caminó hacia el baño y puso su mano detrás como invitándome a ir con ella.
Cuando me puse de pie me vi y estaba completamente desnuda, ella solo traía una tanga rosa. Cuando tomé su mano, se giró y comenzó a besarme, sentí sus manos delgadas por mis Lolas, las acariciaba delicadamente y me daba pequeños pellizcos en los pezones, mientras más apasionado era el beso, más sentía cómo mi entrepierna se humedecía. Su mano fue bajando lentamente por mi abdomen llegando a mi entrepierna, que ya estaba muy mojada y preparada para ella, me rozó el clítoris.
Estaba tan húmeda que resbalaba fácilmente, así su dedo se fue moviendo lentamente hasta llegar a mi centro, lo movía y yo seguía besándola, me metió tres dedos más, estaba tan excitada que ni siquiera me había percatado de que mi entrepierna estaba muy abierta para que ella aún con todos sus dedos dentro de mí pudiera seguir moviéndolos y acariciar mi Punto G.
Cuando estuve a punto de terminar, sacó su mano y se agachó para chupar y succionar mi clítoris, con sus dos manos tomó mis dos nalgas y las apretó tan fuerte que logré sentir sus uñas encajándose, terminé en su cara y ella se levantó empapada para besarme, así siguió chupándome los pezones hasta que desperté.
No podía creerlo, había sido un sueño intenso y estaba super mojada, así con los ojos medio abiertos me giré y bajé solo un pie de la cama para alcanzar mi cajonera y sacar mi vibrador, lo encendí y metí debajo de mi cobija, comencé a masturbarme tan rico que después del orgasmo me quedé dormida nuevamente. Se imaginarán qué tan de buenas amanecí.
Espero que con ésto que les cuento, ustedes también tengan un sueño tan húmedo y placentero como el mío. Me gustaría leer sus correos, recuerden que pueden escribirme al correo [email protected].
¡Los adoro!