50 años

Conoce los objetos perdidos más impresionantes que han sido encontrados en el Metro

Bodega del Metro alberga desde llaves, celulares y scooters, hasta urnas, compus y carritos de súper

Conoce los objetos perdidos más bizarros que han sido encontrados en el Metro

(Foto: Carlos Eduardo Ortiz, El Gráfico)

Viral 05/09/2019 10:32 Carlos Rivas Actualizada 13:16
 

Como un celador que cuida un tesoro que nadie ha encontrado en mucho tiempo y en espera de que su dueño reclame lo que es suyo, Donovan Alvarado aguarda un refugio, ubicado en la estación Candelaria de la Línea 1 del Metro. Él es el Jefe de Oficina de Objetos Extraviados. 

Nadie sabe cómo fue que cientos de artículos terminaron en esa bodega, desde los más simples y cotidianos, como unas llaves, hasta el más voluminoso, que nos hace preguntarnos: ¿cómo alguien puede olvidar eso? Una bola de boliche comparte espacio con un horno de microondas, una pantalla de alta definición en su caja y hasta una urna con las cenizas de algún difunto.

Para suerte de los que perdieron algo, existe este lugar de acceso restringido, que alberga las cosas más extrañas y bizarras. Aquí casi todo se conserva, menos los tamales que venían envueltos en tres mudas de ropa de bebé, dentro de una pañalera.

La Oficina de Objetos Extraviados da cuenta de la honradez de algunos usuarios. En el lugar, junto a las llaves oxidadas, están iPhones de última generación; hay cuatro viejos carritos de supermercado, de los cuales aún no se sabe cómo llegaron al Metro, o un paraguas con forma de espada que tiene una cabeza de lobo. 

BUSCAN A DUEÑOS

Donovan y su equipo agotan las posibilidades para que los objetos regresen a sus dueños; así, con los pasaportes, credenciales, celulares sin patrón de desbloqueo, computadoras y otros documentos se inicia una búsqueda vía redes sociales para ubicar a los propietarios. Esta iniciativa tiene unos tres años de haber sido implementada y en muchos casos arroja buenos resultados. 

A veces funciona, a veces no, dice Donovan, quien además resguarda un billete de 500 pesos en una bolsa de plástico, del cual han “surgido” varios dueños, pero nadie ha podido acertar en qué estación fue hallado. 

A falta de reclamos y para evitar parecer acumuladores, al menos dos veces al año los documentos oficiales son devueltos a las dependencias que los expidieron, para su posterior destrucción. Otros objetos son donados a refugios para que sean utilizados. En el caso de los dispositivos electrónicos, estos son llevados a los centros de la Secretaría del Medio Ambiente para que se reciclen.

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