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Aterriza el vuelo más largo de la historia; viajó de New York a Sidney
La aerolínea asegura que el vuelo fue un éxito en la investigación creada con el fin de comercializar los trayectos ultralargos
(Foto: Archivo, El Gráfico)
El vuelo más largo sin escalas de la historia aterrizó ayer por la mañana en Sidney, procedente de Nueva York, después de más de 19 horas de viaje, una proeza que la aerolínea australiana Qantas quiere convertir en un éxito comercial.
El vuelo experimental QF7879 estuvo en el aire exactamente 19 horas y 16 minutos.
Es el primero de una serie de tres vuelos con los que Qantas se propone evaluar la viabilidad de los vuelos ultralargos para líneas comerciales regulares.
El director general de Qantas, Alan Joyce, lo calificó de “momento histórico” para la aerolínea y para el mundo de la aviación.
El Boeing 787-9 despegó del aeropuerto JF Kennedy de Nueva York con sólo 49 personas a bordo. El peso se redujo, lo que permitió embarcar suficiente cantidad de carburante para los 16 mil kilómetros del trayecto. El avión pesaba 233 toneladas cuando despegó, de las cuales 101 eran del peso del queroseno.
A bordo del vuelo viajaron investigadores para observar cómo duermen y se alimentan los pasajeros y controlar su nivel de melatonina, “la hormona del sueño”.
Una vez a bordo, los pasajeros ajustaron los relojes a la hora de Sidney. Se les ayudó con iluminación, ejercicio, cafeína y comida picante. Al cabo de seis horas, les sirvieron otra comida rica en carbohidratos, se les pidió que evitaran las pantallas y se atenuaron las luces para que pudieran dormir. Los pilotos también llevaron sensores que medían la actividad cerebral y el estado de alerta.
La aerolínea asegura que el vuelo fue un éxito en la investigación creada con el fin de comercializar los trayectos ultralargos.
