a 35 años de la tragedia
El día en que San Juanico despertó entre un infierno, que arrasó con cientos de casas
En los días posteriores a la tragedia, diversos funcionarios del gobierno, incluyendo el propio director de PEMEX, Mario Ramón Beteta, trataron de culpar a las gaseras privadas
(Foto: Archivo, El Gráfico)
35 largos años han pasado desde que el cielo de San Juan Ixhuatepec se iluminó para anunciar una de las tragedias más grandes del Estado de México. 35 años que a los testigos aún les causa dolor.
Eran casi las 6 de la mañana, cuando en el pueblo también conocido como San Juanico, un incendio en una planta de gas de Petróleos Mexicanos creó una cadena de explosiones a su alrededor, alcanzando unos 2 kilómetros de altura.
Era de madrugada pero el fuego incandescente alumbró cual si fuera el sol, que despertó a las familias aledañas, para llevarlas a una pesadilla en la vida real.
Y es que la tragedia devastó todo a su paso, vecinos murieron al instante, algunos ni siquiera alcanzaron a despertar cuando el infierno los envolvió. Algunos alcanzaron a huir y se resguardaron en lugares más seguros.
Testigos de aquel 19 de noviembre de 1984 relatan con melancolía que además de tornarse rojo, del cielo caían pesadisimos tanques de gas, como proyectiles mortales.
LA MORTAL CRONOLOGÍA
Fueron unas 10 explosiones las que cimbraron la tierra y apenas una hora después de que iniciara paranoia, medios de comunicación daban cuenta de cientos de casas destruidas. Más tarde se confirmó la muerte de 503 personas, 926 heridos de consideración, 353 con quemaduras de primer grado y 149 viviendas en la ruina.
El origen de la catástrofe ocurrió a las 5:30, cuando una tubería de 20 cm de diámetro que transportaba gas LP, sufrió una ruptura y comenzó una fuga.
Un poco antes de las 5:40 de la mañana, la fuga formó una nube de vapor altamente inflamable. Aunque no se ha podido determinar si fue ocasionado por una persona.
DESPUÉS DE LA TRAGEDIA
El sitio fue visitado por el entonces presidente Miguel de la Madrid y el gobernador mexiquense Alfredo del Mazo, la noche del 20 de noviembre para ayudar a las víctimas y a los damnificados. También se les brindó ayuda para la reconstrucción de las casas afectadas.
En los días posteriores a la tragedia, diversos funcionarios del gobierno, incluyendo el propio director de PEMEX, Mario Ramón Beteta, trataron de culpar a las gaseras privadas que distribuían gas en torno a la planta gubernamental.
Luego de seguir varias líneas de investigación, fue hasta el 22 de diciembre de ese año, que la Procuraduría General de la República determinó como responsable de las explosiones al mismo PEMEX y fue hasta 1985 que iniciaron con el pago de las indemnizaciones.