¿Te irritan excesos navideños?

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(Foto: Archivo, El Gráfico)

Vida 16/12/2019 12:33 Silvia Ojanguren Actualizada 12:33
 

A la hora de comer o cenar en las reuniones navideñas muy a la mexicana es casi imposible resistirse a las comidas ricas y condimentadas que, junto con el estrés de estos días, las fiestas pueden ser de pesadilla, por molestos y dolorosos padecimientos gastrointestinales.

Un malestar típico es el Síndrome de Intestino Irritable o colon irritable que es el trastorno gastrointestinal más diagnosticado y la segunda causa de ausentismo laboral, tras el resfriado común.

Es muy popular: de 10% a 20% de la población sufre sus síntomas, pero sólo 15% de los afectados consultan a un médico, cuenta José Roberto Garrido, Gerente Médico de Mayoly Spindler.

Nervios de punta

El estrés diario juega un papel fundamental en el disparo de sus señales: dolor abdominal, hinchazón y alteraciones del hábito intestinal, que se manifiesta con estreñimiento o diarrea.

En algunos casos, debido al cambio en la dieta en los días de fiesta, el organismo puede reaccionar y sufrir estreñimiento, deposiciones difíciles o poco frecuentes, heces duras o sensación de que el recto no está completamente vacío después de una evacuación.

El estreñimiento puede ser agudo o crónico. El primero inicia de forma repentina y manifiesta, el segundo puede comenzar de modo gradual y persistir durante meses o años.

Ardor y dolor

Al reflujo gastroesofágico los médicos lo han identificado como un padecimiento común entre los mexicanos y provoca que los contenidos estomacales se devuelven hacia el esófago.

Los ácidos gástricos fuertes pueden dañar el revestimiento del esófago, pero estas amenazas pueden ser bien libradas en las fiestas navideñas siguiendo algunas recomendaciones.

La moderación es clave, tanto en alimentos con mucha grasa y bebidas como alcohol. Si hay molestias, lo mejor es consultar al gastroenterólogo.

En ocasiones, se sugiere el consumo de probióticos, pero los avalados científicamente.

El doctor José Roberto Garrido explica que un buen probiótico debe tener el número de cepa y nombre científico e identificaciones terapéuticas.

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