Es benéfico tener cierto grado de control sobre ti mismo, sobre los demás y sobre las condiciones de tu vida. Te ayuda a disciplinarte, cumplir con tus propósitos, mantenerte sano, educar a tus hijos y prever problemas. Sin embargo, muchas personas quieren tener control total. Esto los convierte en fanáticos de la vigilancia, el dominio y los cuidados extremos. ¿Cómo saber si eres un fanático del control? ¿Cómo puede manifestarse esta tendencia en tu vida diaria? De acuerdo con Allan E.