Acción Nacional suma a su crisis interna derrotas en los estados en los que hubo elecciones este domingo, que significan una debilidad de fuerza, de la que le será duro levantarse.
Hace un año, los panistas pagaron sus excesos en el poder con la Presidencia de la República, una baja en su presencia en el Congreso y un repliegue en gubernaturas. Esta vez, fue momento de un segundo pago de facturas, que quería ocultar su presidente Gustavo Madero, con escándalos de campaña.