Aunque estamos ante saqueos sin disimulo y robos descarados, los desfalcos en el erario público de Tabasco y Aguascalientes que involucran a los ex gobernadores Andrés Granier y Luis Armando Reynoso Femat palidecen —son “niños de pecho” diría un buen amigo periodista— ante el latrocinio cometido en Oaxaca durante el gobierno de Ulises Ruiz.