El Pacto por México y la Cruzada contra el Hambre deben desaparecer, y ser sustituidos por acciones que den verdadera estabilidad política y seguridad alimentaria. El gobierno federal tiene que entender que se necesita un acuerdo con la gente, no con las cúpulas.
Hasta ahora, Peña ha anunciado un pacto y una cruzada que lejos de favorecer a la nación propiciaron una situación en la que el PRI se destapó y comenzó a cometer abusos como los ocurridos en Veracruz y que seguramente se replican en todo el país.