El líder del PAN, Gustavo Madero, puso en jaque al presidente Enrique Peña Nieto al levantarse de la mesa del Pacto por México y anunciar que no asistiría a la presentación de la iniciativa de reforma financiera programada para ayer, decisión a la que se sumó el líder del PRD, Jesús Zambrano. Esa fue la respuesta, en ambos casos, al espaldarazo que dio el Jefe del Ejecutivo a su secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles, no obstante la documentada denuncia de compra de votos en Veracruz con programas sociales.