Las radiaciones ultravioleta (UV) forman parte de los rayos solares; en pequeñas cantidades son buenas para la salud y ayudan en la producción de vitamina D. Sin embargo, la exposición excesiva al sol o a las lámparas bronceadoras puede tener efectos adversos para la salud o la estética.
La radiación por rayos ultravioleta es mayor cuando el sol está lo más alto en el cielo, cuando éste está despejado, en lugares donde se adelgaza la capa de ozono y en superficies que la reflejan. Por ejemplo, la nieve la refleja 80%; la arena de las playas 15%, y la espuma de mar, 25%.