En tan solo tres números puede estar la diferencia entre la vida y la muerte o la oportunidad de recibir a tiempo y evitar consecuencias lamentables por lesiones permanentes.

Se trata del la línea de emergencias operada por el C5 de la Ciudad de México y en la cual, desde el 9 de enero de 2017, se unificaron todos los teléfonos relacionados con las urgencias policiacas, médicas, de bomberos e incluso faltas cívicas.

En ocho años, las y los operadores han recibido 61 millones 292 mil 941 llamadas, que para dimensionar es como haber atendido seis veces a toda la población de la Ciudad de México.

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Las razones son muy variadas, aunque cinco categorías son las más comunes: agresiones a personas, disturbios, accidentes vehiculares sin lesionados, violencia familiar y faltas administrativas.

Cada llamada es respondida en menos de cinco segundos y los operadores se convierten en el primer contacto con el ciudadano en un momento de angustia y dificultad.

Para quienes se enfrentan u observan una emergencia hay certeza de que su reporte será atendido y, de ser necesario, unidades de diferentes corporaciones llegarán al sitio. Las patrullas llegan hasta en tres minutos y medio.

Esa capacidad de servicio fue reconocida por la Jefa de Gobierno, Clara Brugada, quien además puso como punto central el buen uso y la responsabilidad ciudadana. En más del 50% de los casos, quien llama no contesta cuelga, realiza bromas o insulta.

¡Ponte al tiro! Ya te la sabes, ante una emergencia, el 9-1-1 es una oportunidad de vida.

@guerrerochipres

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