CADA VEZ MÁS VIOLENTA
En cuatro días al menos 15 personas fueron asesinadas en distintos hechos violentos en la Ciudad de México; en casi todas las agresiones se utilizaron armas de fuego.
El viernes mataron a tres, el sábado a cuatro, el domingo a dos y el lunes al menos a siete. La madrugada del lunes ocurrió el segundo multihomicidio del mes en la ciudad, ahí asesinaron a cinco personas cuando bebían en calles de Tláhuac; el primer multihomicidio sucedió el 3 de febrero cuando fueron ejecutadas cuatro personas en la alcaldía Venustiano Carranza.
No hay discurso que logre borrar las cifras, y estas mismas cifras se le estrellan en la cara al Gobierno que insiste que hoy la Ciudad de México es más segura.
SOLO SUELTAN DINERO
Frente a este panorama multihomicida en la capital del país, las autoridades siguen confiando en su programa de desarme voluntario, aunque no hay un solo dato, más que el dicho de las autoridades, que indique que entregar dinero a cambio de armas tenga resultados positivos.
En la Ciudad de México es extremadamente alto el numero de lesionados por arma de fuego, entre ellos muchos por balas perdidas. Con todo y eso, la Secretaría de Gobierno de la Ciudad de México contempla para este 2025 un presupuesto de 6 millones de pesos para el programa Sí al Desarme, Sí a la Paz.
De ese monto, 600 mil pesos, el equivalente a 10% del total del presupuesto, se destinarán a gastos de operación para difusión y promoción del programa, por lo que los 5 millones 400 mil pesos restantes se utilizarán para el canje de armas de fuego, cartuchos y artefactos similares por apoyos económicos.
SE APLICAN
Parece que al menos dos alcaldes de la Ciudad de México están dispuestos a recatar el espacio urbano que buscan privatizar algunos.
En Miguel Hidalgo y Cuauhtémoc, los alcaldes han declarado una guerra a los franeleros, principalmente en las zonas donde abusan con el cobro del espacio y donde amenazan con dañar los autos si la gente no paga la tarifa que ellos mismos imponen.
Se ha documentado que existen sitios en los que cobran hasta 200 pesos, 50 pesos o mínimo 20. Una mafia que ha crecido y que ni siquiera la Ley de Cultura Cívica vigente puede combatir.
