Los recientes operativos realizados por las autoridades federales, en conjunto con las autoridades locales de la CDMX, contra la comercialización de artículos de contrabando han sido un paso importante en la lucha contra el comercio ilegal. Se ha logrado la incautación de cientos de toneladas de mercancía ilegal, incluyendo motocicletas eléctricas y otros modelos de transporte de este tipo, que en muchos casos operaban sin regulación alguna.
Este esfuerzo cobra aún mayor relevancia en el contexto de la iniciativa presentada por la Jefa de Gobierno de la CDMX, Clara Brugada, quien ha impulsado una legislación para regular estos vehículos. Es innegable que su uso descontrolado representa un peligro para la seguridad vial y la movilidad urbana. Sin una regulación adecuada, estos transportes seguirían siendo protagonistas de accidentes y situaciones de riesgo, convirtiéndose en tragedias anunciadas.
No obstante, estos operativos no deben ser solo una acción aislada. Es fundamental fortalecer controles en aduanas del país, ya que es en estos puntos donde inicia el problema.
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La entrada de mercancía ilegal no solo afecta a la economía formal y a empresas mexicanas, sino que fomenta otros problemas, como el trabajo informal y la evasión fiscal.
Además, muchas de estas mercancías no cumplen con normativas de seguridad y calidad, poniendo en riesgo a consumidores.
Si bien es alentador ver que las autoridades están actuando con determinación, es esencial que este esfuerzo se mantenga en el tiempo y no se quede en lo que en México llamamos “una llamarada de petate”.
Como ciudadanos, debemos exigir que las acciones sigan, que se fortalezcan operativos y que se implementen medidas de control más estrictas para evitar que el comercio ilegal siga proliferando. *Presidente de Procentrhico
