La radio mexicana tiene grandes ejemplos a seguir
Gil Barrera
Pese a que tenemos la modernidad encima, la radio aún es el modelo de entretenimiento por excelencia. Sin tener una campaña de información sobre el quién es quién en el medio, la radio se mantiene poderosa, aún por encima de las plataformas digitales, pues impacta en diversas audiencias.
La fórmula de la radio es muy sencilla, mientras más se respete al contenido, mejores resultados existirán y así lo marca el rating de cada mes.
De acuerdo a las agencias que miden las audiencias de la radio en febrero, el gusto de los radioescuchas en automóviles, se enfoca al info entretenimiento, la música y los noticieros.
De esta forma Jessie Cervantes de EXA FM, Ciro Gómez Leyva de Radio Fórmula, Gabriela Warkentin y Javier Risco en W, Alejandro Villavazo e Iñaki Manero y Wallace de Beat FM son los ‘reyes’ de la radio matutina.
Para entender su éxito, sólo basta escucharlos, reflejan el amplio oficio que tienen y la preocupación por darle a la audiencia un modelo informativo personalizado, entienden este modelo de dos vías entre emisor y receptor y son maravillosamente amenos.
Sin embargo la madre de todas las mediciones es la llamada Audiencia Global, esa que se escucha en todos lados, casas, oficinas, establecimientos, autos, transporte público es la que marca la pauta para saber qué está buscando la gente y esta nos remite exclusivamente a la música y el info entretenimiento.
En esta lista de audiencia global aparecen como sus titanes (de nueva cuenta) Jessie Cervantes de EXA, Wallace de Beat FM, Ya párate de Los 40 Principales, Los Hijos de la Mañana de la Ke Buena, Ciro Gómez Leyva en Radio Fórmula 104.1 y Mariano Osorio en Joya.
Ver a Jessie Cervantes como el líder de las audiencias matutinas (de 6:00 a 10:00) nos obliga a hacer una revisión sobre su fórmula, es amena, interesante y concreta.
El valor que le da al contenido con sus especialistas y la equilibrada programación musical permite que las audiencias tengan los distractores necesarios. Conozco ‘las tripas’ de su éxito y sus valores que son respeto a su audiencia, dedicación, disciplina y una férrea libertad de expresión.
En síntesis, para la radio no hay ricos, ni pobres, hay hombres y mujeres partiéndose el alma por tener una vida diferente y que por añadidura están en búsqueda de la felicidad y estos líderes de la radio, los entienden y asumen la responsabilidad de que con sus palabras tienen en sus manos despertar a millones de mexicanos. Nos leemos la próxima, aquí donde quizá hablemos de ti.