Sin lugar a dudas que, a veces, la buena o la por la puerta trasera de tu taxi.

Bueno, al menos esta es la historia que nos compartió nuestro amigo Juan Miguel: “Circulaba por el Palacio de los Deportes cuando dos personas me hicieron la parada y me dijeron que llevaban mucha prisa por llegar a Polanco, que me pagaban el doble de lo que marcara el taxímetro.

“Les expliqué que era muy complicado por las infracciones a mi tarjetón y mis placas… me contestaron: ‘No te preocupes, te pagaremos bien y hasta las multas’.

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“Manejé lo mejor posible, rápido, pero prudente. Y ceo que les agradó mucho la forma en que llegamos, porque durante el viaje me iban a diciendo que muy bien por los atajos que tomé, lo que les permitió llegar antes a su cita.

“Me pagaron. Quien dijo llamarse José, me pidió el número de celular.

“A la semana siguiente, José me habló y me dijo que si podía ir a sus oficinas, por la calle Resina. Ahí me ofreció trabajo de chofer y acepté, porque me pagaba mejor y era más de lo que ganaba en el taxi.

“Buscaban un chofer que conociera la ciudad, con buen manejo, bien vestido y de confianza. La verdad me encantó porque eran $14,000 al mes, seguro social y prestaciones. Estoy feliz, porque yo creo que a mí, la verdad, la buena me entró por la puerta trasera de mi coche”, concluye el conductor.

Manda tu historia al correo a rrodolfo68@yahoo.com.mx

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