Por una jugada del destino, Estefany y Jonás pasaron de ser excelentes amigos y confidentes, a padres del pequeño Roberto.

Compañeros de trabajo, hicieron una amistad que les daba para ir a comer, al cine o emborracharse, pero sin ir más allá. Una noche se salió todo de control y procrearon a Roberto.

El embarazo de Estefany los dejó helados, pues no se veía como pareja. Él aportó dinero para el control prenatal, pero al nacer Roberto las cosas se complicaron pues la situación de dualidad amigos-pareja los incomodaba, lo que los llevó a discutir.

Jonás hacía mutis largos periodos sin aportar dinero para el bebé, lo que a Estefany le tenía sin cuidado, mas no que Roberto creciera en ausencia de la figura de su padre.

Lee también:

Fue por eso que ella buscó formalizar que Jonás conviviera con su hijo. Para ello, acudió al Centro de Justicia Alternativa del Poder Judicial de la CDMX (Niños Héroes 133, colonia Doctores), para lograr firmar la mediación con Jonás en cuanto a un régimen de visitas y convivencias.

Ahí le explicaron que, aunque no pretendiera exigirle pensión alimenticia al padre, aun así debía ser parte del acuerdo de mediación, en atención al interés superior del menor, para garantizar su sustento; también le indicaron que otro punto era el de la guarda y custodia.

Tras una más de sus ausencias, Estefany habló con Jonás para instarlo a formalizar esos acuerdos, en bien de su hijo.

Jonás aceptó la invitación que recibió para mediar, y en un par de sesiones, guiados por el mediador familiar asignado, lograron firmar el convenio, cuya fuerza legal es el de una sentencia; en él quedó estipulada la guarda y custodia de Roberto a favor de ella; el monto de la pensión alimenticia y los días de conviviencia. La mediación logró el mejor acuerdo para el bienestar del pequeño Roberto.

Google News

TEMAS RELACIONADOS