Debido a la fuerte discriminación hacia lesbianas
Preferencia sexual ha limitado sueños de mujeres
Aunque su familia la acepta, la convivencia en sociedad es díficil por rechazo y violación a sus derechos
(Foto: Ricardo Lugo | El Gráfico)
Jovana Espinosa
Fernanda Reséndiz es una mujer alegre, es estudiante de literatura en la Universidad Autónoma de Querétaro, pero ser lesbiana le ha hecho pasar por diversos episodios de discriminación.
Su mamá, su papá y sus dos hermanos la apoyan incondicionalmente desde que aceptó su sexualidad, lo que la hace sentirse afortunada, sin embargo, parte de sus familiares más lejanos no la han aceptado del todo, en especial la familia de su papá, quienes son un poco más conservadores.
Vivir con miedo. Lo más difícil es sentir miedo cuando sale a la calle con su pareja y se besan o abrazan, porque siente las miradas incómodas de otros —a veces comentarios ofensivos—, pero no sabe cuándo una mirada pudiera convertirse en golpes.
Quedarse sin derechos. Sus sueños se ven limitados por su preferencia sexual, Fernanda recuerda que, ahora mismo no puede casarse y menos adoptar hijos —un plan que le gustaría en el futuro— ya que a pesar de ser una ciudadana que cumple con todas sus obligaciones, el Estado no le da la oportunidad de gozar de todos sus derechos.