Vendedor de fruta apenas tiene para comida y escuela, en Querétaro

Domingo Valdez

Fernando Lozano, vendedor de cocteles, se prepara para la salida de las escuelas. Con cinco personas en su familia y la venta de fruta es su único ingreso, el cual muchas veces no alcanza para cubrir sus necesidades básicas, pero dice que “ahí la llevamos”.

Fernando se instala frente a un jardín de niños en las inmediaciones de la UAQ. Su carrito llama la atención por la mezcla de colores. Una joven se acerca al carrito y compra un vaso de mango. Son 20 pesos, nada mal para un refrigerio natural antes de la hora de la comida.

Sin embargo, los ingresos de Fernando no son seguros y constantes en la actividad que desarrolla desde hace 15 años. 

“Bendito sea Dios, me va bien”, aunque luego dice que hay veces en que le va mal, no obstante, en estos días, con las altas temperaturas que se registran en la ciudad la ventas son buenas.

La venta de fruta es su única fuente de ingreso. Son cinco: tres hijos, de 16, 11 y 8 años, respectivamente, él y su esposa. Los chicos estudian la primaria y el mayor preparatoria. Su esposa también vende fruta en las distintas colonias de la ciudad .

A pesar de que los dos venden y el negocio es propio, los ingresos que obtiene a veces no son suficientes para cubrir las necesidades básicas de su familia. Dedican los ingresos, en su mayoría, a la manutención de la familia (alimentación) y la escuela de los chicos, además de ropa, zapatos, y en surtir las listas de útiles escolares y la compra de los uniformes.