cerca de Plaza Antea
Acreditan socavones a mala planeación de pavimentación en Querétaro
Luigi Solari, investigador del Centro de Geociencias de la UNAM Campus Juriquilla, dice que el subsuelo de Querétaro es volcánico
(Foto: Archivo/El Gráfico)
A simple vista el desnivel de la calle es notorio. Más cerca se aprecia cómo el adocreto está cuarteado y separado de la banqueta, pues el subsuelo está reblandecido, en la parte de atrás de Plaza Antea, a unos metros donde hace un año se abrió un socavón.
Una joven del lugar relata que cuando se presentó el hundimiento semanas atrás, autoridades colocaron señalética para que los coches no pasaran por ahí, pero una noche desapareció. Automóviles circulan sobre esa zona que presenta cuarteaduras y grietas, ajenos a lo que pudiera suceder.
COMO PLAYAS. Luigi Solari, investigador del Centro de Geociencias de la UNAM Campus Juriquilla, dice que el subsuelo de Querétaro es volcánico. “Mucho de ese material está relativamente consolidado, los fragmentos se pegan entre sí, pero es un material inconsistente. Es como la arena de la playa”, explica el experto.
Cuando hay mucho movimiento de agua todo este material se remueve, lo que provoca, por un lado, que pueda encontrar el cauce de un río, o si hay zonas sujetas a la circulación de agua, finalmente se lleva todo el material.
MAL HECHO. Precisa que todos esos tipos de fenómenos son favorecidos por la actividad humana, especialmente cuando las cosas no están bien hechas. “Querétaro no es una zona donde llueva mucho, sin embargo, es evidente que aunque caigan menos de 500 milímetros de agua al año, todo lo que está hecho mal, con esos 500 milímetros son suficientes para que se dañe la infraestructura.
No se requiere ser el mejor geólogo del mundo para deducir que esto ocurre porque fundamentalmente están mal planeadas, mal realizadas, con malos materiales, no están hechas para durar”, apunta.