Ansiedad, miedo e inseguridad: Contrólalos así

Ansiedad, miedo e inseguridad: Contrólalos así

(Foto: Unsplash)

05/03/2021 16:59 Víctor Jiménez Actualizada 16:59
 

La ansiedad es la respuesta natural de tu cuerpo al estrés. Es un sentimiento de aprehensión o temor acerca de lo que podría suceder dentro de unos minutos o a largo plazo en el futuro. La ansiedad es una reacción común a eventos de la vida diaria, como podrían ser tener una entrevista de trabajo, hablar en público o presentar un examen.

La preocupación es parte esencial de la ansiedad. Así es, nos adelantamos a lo no ocurrido, a lo que imaginamos podría suceder. De esta forma nos provocamos un estado de ansiedad y perdemos el contacto con el lugar en que nos encontramos, la actividad que estamos haciendo o las personas que nos acompañan. Nos perdemos del presente.

Ideas provocadoras de ansiedad

Una forma en que te provocas ansiedad es a través de una sencilla pregunta: “¿Y si…?”. Aquí algunos ejemplos: ¿Y si me equivoco y digo sólo tonterías? ¿Y si el chico al que quiero invitar a mi fiesta me dice que no? ¿Y si el negocio que quiero iniciar no resulta como quiero? Como te puedes dar cuenta, al adelantarte al futuro, con una visión catastrófica, te puedes provocar mucha ansiedad.

TIP: Para evitar caer en un estado ansioso, pon atención a estos pensamientos. Hacerte consciente de ellos es un primer paso para dejarlos ir. Cuando te caches yendo al futuro con tu pensamiento, recuerda: eso que estás imaginando no está ocurriendo en este momento. Vuelve al presente conectándote con tu cuerpo, con tus sentidos y con tu respiración, sintiéndola y respirando de forma calmada.

Los temores alimentan la ansiedad

Al concentrarte en tus temores, al alimentarlos con tu atención te provocas mucha ansiedad. Recuerda, los pensamientos que alimentas crecen y se fijan. Si de manera constante te dices “las cosas están mal” o “soy infeliz”, llegará el momento en que verdaderamente te lo creas, aunque no sea verdad.

TIP: Reconoce en tu vida las cosas por las que puedes sentirte agradecido. Estoy ayuda a que la ansiedad se calme. Y quizás comiences a ver tus temores como lo que son la mayoría de las veces, algo irracional. Cuando dejas de enfocarte en las cosas que van mal y comienzas a mirar lo que te llena de dicha, experimentas un cambio de actitud hacia la vida. El sentimiento de bienestar resultante ayuda a aliviar la ansiedad.

La percepción de peligro dispara la ansiedad

Cuando te sientes amenazado o en peligro, surge la ansiedad. Se manifiesta en el cuerpo de diversas maneras: hormigueo, entumecimiento, sensación general de desagrado, respiración rápida, inquietud general, mareo y náuseas. La ansiedad es la forma en que tu organismo te pone en alerta en situaciones en las que podrías salir afectado o perder algo. Una forma de reducir las sensaciones de amenaza o peligro características de la ansiedad y de encontrar balance y calma es a través de la meditación.

TIP: Hay ejercicios de meditación muy sencillos que puedes practicar. Aquí describo uno de ellos. Sigue estos pasos: Siéntate con la espalda recta pero sin tensar en una silla y apoya los pies en el piso. Cierra los ojos y comienza a poner atención a tu respiración, sin modificarla, sólo nota tu inhalación y exhalación. Cuando surjan pensamientos distractores o preocupaciones, reconócelos y a continuación lleva toda tu atención nuevamente a la respiración. Continúa con esta observación de la respiración durante 10 minutos. Finalmente, abre los ojos y nota cómo te sientes.

EL DATO

Se estima que por lo menos el 14.3 por ciento de los mexicanos padece el trastorno de ansiedad generalizada. De acuerdo con un estudio realizado, para el 87 por ciento de los mexicanos, las finanzas son la principal fuente de ansiedad y estrés.

LA FRASE

“La ansiedad no agota las angustias del mañana, solo agota la fuerza del hoy”, del escritor y conferencista Bernardo Stamateas.

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