¿Tu pareja insiste en que no lo has perdonado por esa aventura amorosa que tuvo? ¿Repasas continuamente lo sucedido y te hierve la sangre cada vez que lo haces o quizás es él/ella quien dice haberte perdonado, pero notas en sus actos el resentimiento que guarda por tu infidelidad? Perdonar trae grandes beneficios a nuestra vida, pero sólo cuando es un verdadero perdón.
¿CÓMO ES EL PERDÓN VERDADERO?
El perdón verdadero es para siempre, no es temporal.
Se brinda sin condiciones y deja atrás lo sucedido.
Es producto del amor. Este te lleva a perdonar; el perdón verdadero no se gana, no se negocia, no se compra ni se vende.
Es un regalo que se da de manera gratuita de un corazón a otro para sacar el agravio de la mente y el corazón.
Libera del dolor emocional a quien lo da y a quien lo recibe.
Perdonar es algo que haces principalmente por tu bienestar y tranquilidad; es una decisión, no un sentimiento.
¿CÓMO ES EL FALSO PERDÓN?
El falso perdón es provisional y muchas veces surge del temor a perder a la pareja.
La persona que da este tipo de perdón lo condiciona: “Te perdono sólo si…”
Detrás de este tipo de perdón hay resentimiento, desconfianza, dolor, desprecio, arrepentimiento y deseo de venganza.
Se manifiesta en irritabilidad, resistencia a tener intimidad sexual o un actitud agresiva abierta o velada.
¿CÓMO SABER SI EN VERDAD NO HAS PERDONADO?
Algunas formas en que se manifiesta el falso perdón son las siguientes:
Tu dolor está enterrado, pero no ha desaparecido. Y tiende a salir de vez en cuando.
No has podido dejar atrás lo sucedido y no te sientes en paz.
Sigues teniendo fantasías de venganza o castigo para tu pareja por el dolor que te causó.
Te sientes mejor que él/ella porque te fue infiel y quieres que repare su error.
Sientes que perdonar es hacerle un favor.
Esperas que cumpla ciertas condiciones antes de perdonarle.
Le perdonaste por temor a perder tu casa, al padre/la madre de tus hijos, la comodidad.
ALGUNAS IDEAS CON RESPECTO AL PERDÓN:
Perdonas para recuperar tu bienestar y ser feliz nuevamente. Si al final decides permanecer en pareja o separarte, en cualquier caso perdonar te ayuda a sanar.
Perdonar es renunciar al deseo de que tu pareja hubiera actuado diferente o mejor.
Aferrarte al resentimiento limita tu capacidad de vivir plenamente. El resentimiento es como un veneno que tomas esperando que mate al otro.
Tú sabes que podrías perdonar a esa persona si realmente quisieras. ¿Qué te retiene? ¿A qué te aferras? ¿A tu resentimiento, a tu dolor, a tu papel de víctima?
¿Estás dispuest@ a dar comprensión y/o compasión por la ofensa o traición de que has sido objeto? No se puede reconstruir una relación sin haber perdonado primero.
El tiempo ayuda a curar muchos males, excepto el resentimiento y la falta de perdón.