Así como hemos estado inmersos en la emergencia sanitaria y las restricciones por el Covid-19, enfrentamos otro azote: la proliferación de la ansiedad, la depresión y el estrés post-traumático.
Reacciones de ansiedad
La ansiedad es una reacción a la incertidumbre y a las amenazas. Las preocupaciones acerca de la salud y el bienestar de los seres queridos forman parte de la ansiedad. Además, están las preocupaciones debidas a la escuela, el trabajo, las cuestiones económicas, la dificultad para socializar y participar en pasatiempos y deportes. Quienes ya padecían ansiedad, la experimentan con mayor intensidad. Entre los síntomas de ansiedad más comunes se encuentran estos:
1. Nerviosismo, agitación o tensión; respiración acelerada.
2. Sensación de peligro inminente o catástrofe.
3. Ritmo cardiaco acelerado: palpitaciones o presión en el pecho.
4. Sudoración, hormigueo o temblores.
5. Sensación de debilidad o cansancio; mareo o náuseas.
6. Problemas para concentrarse o para conciliar el sueño.
7. Problemas gastrointestinales, como gastritis o colitis.
8. Preocupación excesiva, por ejemplo, al recontagio o a volver a vivir algo similar si se estuvo en aislamiento o en un hospital.
Depresión y pérdidas
Las pérdidas, a las que muchos hemos estado expuestos, tienden a provocar depresión. Puede ser la pérdida de un ser querido, de la salud, del trabajo, de un ingreso fijo, de rituales y tradiciones asociadas a los funerales; incluso, la pérdida de la rutina, de las actividades habituales o de los planes de vacaciones. Estas pérdidas traen consigo dolor, temor y enojo. Algunos síntomas que pueden ser indicadores de depresión son los siguientes:
1. Dejar de disfrutar cosas que antes te eran placenteras.
2. Tristeza, llanto, sentimiento de vacío o desesperanza.
3. Sensación de inquietud constante.
4. Sentimiento de culpa.
5. Irritabilidad o enojo más frecuente e intenso que lo normal.
6. Aislarse de los amigos y la familia.
7. Cambios en los patrones de sueño (dormir demasiado o muy poco).
8. Cambios en el apetito (aumento o disminución considerable).
Estrés tras el trauma vivido
El diagnóstico y tratamiento de Covid-19 es traumático debido a la probabilidad de desarrollar síntomas graves, al desconocimiento de la enfermedad y a la falta de un tratamiento seguro. A continuación están algunos síntomas que podrían presentarse debido al estrés post-traumático, que se pueden observar después de la hospitalización, la cuarentena o el aislamiento.
1. Flashbacks (sentir que todavía estamos viviendo el evento traumático, por ejemplo, la hospitalización).
2. Imágenes o pensamientos recurrentes.
3. Pesadillas y alteraciones del sueño.
4. Irritabilidad y enojo que surgen con facilidad.
5. Ansiedad extrema cuando se habla sobre el evento traumático.
6. Hipervigilancia: estar extremadamente alerta, asustadizo o sobresaltado.
7. Sentimientos abrumadores de ira, tristeza, culpa o vergüenza.
LA FRASE
“Por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes”, del poeta libanés Khalil Gibrán.