¿Las mujeres también pueden ser acosadoras?

El término "acosador" ha cobrado relevancia en la última década y hace mucha más referencia a esos hombres que persiguen a personas del sexo contrario, que es como se describe el concepto, pero en realidad hay mujeres que también lo hacen.

De acuerdo a estudios científicos el perfil más común de la mujer acosadora en suele ser soltera, de unos 30 años, divorciada o separada, con un diagnóstico psiquiátrico con mayor frecuencia un trastorno del estado de ánimo y que tiene como principal motivo el deseo de tener una relación, ya sea formar una o reavivar una pasada y aquí el sub grupo de mujeres más peligrosas lo componen aquellas que acosa a sus ex.

Y es que la existencia de una relación previa, más si tuvo sexo de por medio aumenta la frecuencia de violencia y amenazas pues las acosadoras que acechan a sus ex parejas sexuales son físicamente violentas con sus víctimas.

También están las acosadoras que persiguen a las parejas actuales de sus ex. El tipo de acosadora menos peligroso es el que ataca a las celebridades, sí las que se cuelan por hoteles para estar con ellos, declarar su amor y “si es chicle y pega” tener un micro romance, cabe mencionar que hijos de artistas así llegaron al mundo.

Comparadas con los acosadores masculinos, pese a ser violentas lo son en menor escala solo el 12 o 13 por ciento de los casos son de mujeres y son mucho menos propensas a tener antecedentes penales, y su comportamiento de persecución, se basaba menos en la proximidad se mantienen más a la distancia, se hacen visibles pero no tienden tanto a acercarse.

Son pocos los hombres que denuncian los acosos porque curiosamente no lo reconocen ya que culturalmente tener “rogonas” (nombre de la antigua acosadora) es más una suerte que un peligro en la visión machista.

Así, los hombres cuando reflexionan se dan cuenta que han notado señales de alerta desde principio de la relación, ejemplos son cuando la mujer tiene comportamiento explosivo o controlador; una propensión a expectativas poco realistas y la más clara de todas: incapacidad para manejar el rechazo. Cuando estos comportamientos se minimizan o se ignoran, el resultado es que se da una escalada de conducta cada vez más inapropiada.

Las investigaciones revelaron que las relaciones pasadas que conducen a un comportamiento de acecho, en la mayoría de los casos en los que la acosadora era una expareja, se involucraba un historial de abuso denunciado.

Una diferencia muy clara entre los hombres y las mujeres que acosan es que ellas, son propensas a perseguir tanto a mujeres (casos de lesbianas, por ejemplo) como a hombres, mientras que ellos tiene una marca tendencia a las mujeres.

Sin embargo, en el acoso tanto hombres como mujeres acosan como principal razón por sentirse rechazados, querer vengarse o incluso tiene la errada idea de que el acoso es una estrategia de seducción que le ayuda a conseguir la cita.

Pero para estar claros, se considera acoso a un acto a un acto acto persistente que dure duración de al menos cuatro semanas y que se repite diez veces o más. Las conductas propias de este acto son entrometerse o comunicarse con la víctima, quien percibe este comportamiento como no deseado y que le provoca miedo.