“¿Cómo hago para que un hombre que me conoce desde niña ya me vea como mujer?”

PREGUNTA: Me quedé el fin de semana sola en casa. Me tomé mi tequila y puse música para bailar conmigo. Me divertí sin que nadie me critique: que si bailo mal, que si tomo de más, que si hago el ridículo. Sentí esa libertad que hace tiempo no me daba. Me dormí temprano, ya no soy la misma. Me levanté con una sola pregunta en la cabeza. ¿Cómo le hago para que nadie me siga diciendo qué es lo que debo de hacer?

RESPUESTA: Basta con que te decidas. Hay una tendencia enorme en las personas que creen que le pueden decir a los demás qué hacer, especialmente los jóvenes a los adultos. Mientras más independiente seas, más límites puedes ponerle a los demás. Contundente, tranquila y terminante di sin enojo: “Por favor, no me digas qué hacer”.

PREGUNTA: Mi hija cumple 3 años y su papá quiere venir a festejar al lugar donde lo estoy organizando. No lo quiero dejar entrar al salón. Él no ayudó para la fiesta, ni se ha preocupado por nosotros en meses. Es momento de que todos se enteren que es un irresponsable. Quizás es una tontería, pero quiero castigarlo. Me dicen que hago mal, ¿será?

RESPUESTA: Tu hija sabrá, tarde o temprano, que su padre es un irresponsable, pero en su fiesta, a los 3 años, no es el momento. Festeja con la familia y con ese padre que tú elegiste para tu hija. No te confundas ni tomes decisiones infantiles y castigadoras; sé más lista que él, quizás por la buena te responda mejor.

PREGUNTA: Mi esposo tiene cáncer en la próstata. No sabe cómo manejar sus temores, se desespera con todos, yo le pido que se calme, él se vuelve violento y después se transforma en víctima. Se comporta grosero, no da las gracias y se queja todo el día como si su enfermedad fuera nuestra culpa. Me siento harta de escuchar sus quejas, sólo quiero que me valore.

RESPUESTA: Procurar a la pareja es importante. El apapacho y la atención entre la gente que se quiere es primordial, también es esencial no dejar que la enfermedad victimice al enfermo. La enfermedad es una prueba, sin duda, pero la gratitud es básica para sanar.

PREGUNTA: Me gusta desde siempre el mejor amigo de mi hermano,  pero él me ve como si fuera yo una niñita, y mi hermano, que es su gran amigo, dice que lo mata si me pone un dedo encima. Lo tiene advertido. Me conoce desde los 10 años. Ahora yo tengo 21 y él 28. Él me sigue viendo niña, juega a que nos se da cuenta de que yo desde siempre lo he amo. ¿qué hago para que mi hermano lo entienda y nos dejen de juzgar a todos en la casa?

RESPUESTA: El amor, cuando es bonito, no le hace daño a nadie. Mientras tu hermano, su amigo y tú se cuiden y se tiren buena vibra, cuando se quieran bonito, todo va a terminar bien; pero el problema va a reventar si la relación se rompe, si hay traición, si terminan por no soportarse más. Lo ideal es cuidarse bien todos.