HELENA LA MALA

“Esto le puedes hacer a tu hombre si tu almendrita no quiere intimidad”, por Helena la Mala

“Esto le puedes hacer a tu hombre si tu almendrita no quiere intimidad” por Helena la Mala

“Esto le puedes hacer a tu hombre si tu almendrita no quiere intimidad” por Helena la Mala (Foto: Pixabay)

Sexo 17/05/2023 17:00 Helena Danae Actualizada 17:00
 

Hola, mis amores, feliz miércoles a tod@s. Espero su día tenga mucha bonita vibra y que su noche tenga mucho mucho sexo, pero siempre consensuado, porque no hay nada más rico que alguien que respeta tus decisiones y deseos. 

Les voy a contar algo que a menudo pasa y es extraño, pero cierto. Sucede que llegas con tu pareja, después de pensar todo el día en ella, con ganas de saltarle encima y vaciarte hasta que no quede ni una sola gota. 

Están en la sala viendo una película, ella está abrazándote y acariciándote, tú comienzas a besarla, subiéndole el tono a la noche. Ella se da cuenta de que quieres algo más y se quita pidiéndote espacio.

No está muy convencida de que esta noche vaya a ser de pasión, tiene problemas en el trabajo y necesita de más tiempo de sólo ‘estar’ contigo. 

Ella quiere que la abraces y acaricies, sin penetrar. La miras, sonríes y asientes diciéndole que está bien y comienzas a acariciarla, mientras sigues viendo la tele. Hay algo en esa forma tan linda de respetar nuestra decisión (que debe ser SIEMPRE), que activa en nosotras las ganas de querer verlos felices, siendo felices también nosotras.

Algunas veces, los besaremos y nos quedaremos acostaditas en su pecho, pero otras, otras veces algo se activa y nos vamos a lanzar sobre ustedes. 

Probablemente, comencemos a chupársela, porque esa manera tan genial de darnos nuestro espacio hizo que nos enamoraran más y entonces, sí nos dieran ganas de tener sexo.

Puede que sólo los hagamos venir mientras se las chupamos, porque nuestra almendrita no tenía ganas, pero tal vez nuestra boca sí. O habrá veces que se las chupemos y luego nos montemos en su pepino para hacerlos venir delicioso. 

No es que sea difícil entendernos, es tan sencillo como aceptar que desamos que nos respeten sin hacer un drama porque en un momento no queremos coger; así de fácil. Creo que con ustedes es igual, cuando se respeta lo que ustedes desean, son felices.

Amiguitos, aquí entra el hecho de olvidarse de decir cosas como: “Ve cómo me dejaste”, “Somos pareja, es tu obligación complacerme”, “Tengo necesidades y no me ayudas con ellas” o cualquier otro tipo de chantaje, están TOTALMENTE FUERA DE LUGAR. El sexo consensuado es lo más delicioso. 

Tú te la jalas casi diario, a todas horas, por un día que tu pareja no quiera y tengas que ir a jalártela al baño, no habrá diferencia ni se te caerá el pepino. 

Respétala y ámala, después admira cómo su almendrita se vuelve una fuente, cuando sí desee que se la metas. ¡Les mando mucho amor!

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