RELATOS SEXUALES
“El chaparrito chistoso resultó una fiera en la cama”, por Lulú Petite
“El chaparrito chistoso resultó una fiera en la cama”, por Lulú Petite (Foto: Especial)
Querido diario: Fui a Monterrey a chambear. El vuelo iba lleno, pero como no es muy largo no me importó que me tocara el asiento de en medio. Pasillo o ventana tienen ventajas, el de en medio... Ni modo, allí me tocó.
A mi derecha iba una señora que, apenas se sentó, se durmió; a mi izquierda, un señor muy chaparrito, calvo como huevo, de piel blanca y un poco gordito que resultó ser muy simpático.
Al aterrizar y tratar de salir de entre los asientos, el chaparrito se tropezó y cayó sobre su espalda, levantando las patitas como Condorito.
Por más que tratamos de no reír, cuando él soltó la carcajada, el resto de los pasajeros nos reímos también.
Cual sería mi sorpresa cuando, esa noche, voy a una de mis citas de trabajo y me encuentro con que el flamante cliente es justamente el chaparrito del avión. Cuando me vio se puso tan colorado que parecía foco de congal. Ambos nos sorprendimos, pero nos alegró la coincidencia.
Él venía también de negocios y decidió alivianar su tarde con una cogidita. Nos metimos en la cama y el chaparrito comenzó a servirse.
Separó mis muslos y metió su cara entre mis piernas para comenzar a comerme el sexo. Su lengüita me empezó a poner cachonda. ¡Caramba! Resultó todo un pilluelo el condenado.
Estiraba sus manos para apretarme las tetas, mientras devoraba mi entrepierna, acariciaba mis muslos, se las arreglaba para agarrarme las nalgas y levantar mi pelvis para comerme mejor.
Después fue subiendo despacio, lamió mi abdomen y trazó un camino de besos hasta mis tetas. Se puso un condón y sin dejar de devorar mis pezones, me metió su miembro duro. Me cogió rico.
Cuando al fin se vino, me la sacó para quitarse el condón, hizo un movimiento brusco y se cayó de la cama. Otra vez vi las patitas de Condorito y no pude más, solté la carcajada. Ni hablar: Lo suyo, lo suyo, es azotar como res.
Hasta el martes, Lulú Petite.