LA GUÍA DEL SEXO
¿Es mejor con o sin prepucio? Te resolvemos todas tus dudas
(Foto: Unsplash)
Sin duda uno de los temas sexuales más controvertidos en el área de la sexualidad es si es mejor o peor dejar el pene con el prepucio o llegar a la circuncisión. Lo cierto es que esta es una decisión que debe tomarse con pleno conocimiento de los pros y los contra de dejarlo o quitarlo.
Esta piel que recubre el glande, tiene tanto funciones protectoras como mecánicas, se forma a las 20 semanas de gestación por la segregación de hormonas como la testosterona que dan los caracteres masculinos.
El cuidado de prepucio es fundamental desde el momento del nacimiento, ya que su descuido puede tener consecuencias graves en el infante y en el varón en la adultez, y eso aviva los mitos sobre él.
Hasta el día de hoy no hay ningún estudio que compruebe al 100% que es o no necesario tenerlo, por ello, los urólogos señalan que mientras el prepucio descienda bien es parte del los genitales y no debe tener problema si la piel está sana, limpia y lubricada porque de esta manera es más difícil que se rompa y sea una vía de contagio de cualquier tipo de enfermedad.
Poco se sabe que es normal nacer con fimosis, (cuando no se ven el glande del pene por estar totalmente cubierto por el prepucio) porque esta piel está inmadura, por eso las erecciones en los bebés sirven, que entre otras cosas, para hacer que esa piel inmadura logre irse abriendo de la punta para poco a poco descubrir el glande, este proceso lleva hasta los tres años, cuando la piel ya se flexibiliza y baja por completo.
Pero si esta piel no se cuidad desde la infancia, los problemas a futuro pueden ser serios, por ejemplo, el prepucio es una piel donde es más fácil la congregación de grasa llamada esmegma, en los bebés cuando ésta no se limpia se forman quistes, pequeñas bolitas de grasa que al calcificarse se hacen piedra lastimando el pene.
Esto tiene su origen en el desconocimiento del cómo se deben asear y revisar los genitales masculinos ya que por estar externos se cree erróneamente que no requieren de mayor cuidado, pero el aseo del pene involucra cuidados desde el nacimiento cuando hay que hacer descender la piel sin forzarla hasta donde se pueda a la hora del baño, unos 30 minutos después de haberlo sumergido a la tina, por ello es fundamental que el baño sea diario, así está se reblandece con el agua caliente y es más cómodo para el niño y más seguro, pues se vuelve elástica y se elimina el riesgo de fracturarla o romperla creando cicatrices que generan una fimosis secundaria.
Una costumbre errónea era hacer ciertos ejercicios de asenso y descenso del prepucio para ayudar a abrirla y que bajara, pero eso solo consigue que la piel se dañe y rompa dando en la adultez consecuencias graves como que después ya no baje normalmente.
De hecho, el pene para asearlo no se sacude, en un adulto ya con secreción de hormonas el esmegma ya no es una grasita como la del bebé ya tiene también sudor, y otras células que le dan olor desagradable, esto aparece desde la pubertad.
El prepucio en los niños puede también no bajar e incluso al orinar, el bebé sólo lo hace en gotitas y no en forma de "chorro" por lo que el líquido queda atrapado en esta piel y forma como un globito, que puede llegar a medir desde un centímetro hasta 10, pero las mamás creen que eso es normal, y no es así.
Por ello, muchas personas se decantan por mejor extirparlo, lo que es mucho más conveniente en los primeras horas de vida. Quitar el prepucio ayuda de manera efectiva a tener un aseo más fácil y efectivo del pene.