“Mi marido me confesó que está en terapia hormonal y ahora será mi esposa”

PREGUNTA: Me embaracé porque siempre quise ser mamá. Mi novia y yo estamos felices, en cambio, mis padres están helados con la noticia. Ellos piensan que lo de mi homosexualidad iba a ser una etapa pasajera y que lo que es correcto es que un hombre y una mujer se unan en matrimonio... aun cuando ellos dos son una pareja disfuncional. ¿Cómo se les puede explicar a los padres que la homosexualidad no es un estado pasajero y que el amor por una persona no depende del género, sino que lo que importa es el alma de la persona?

RESPUESTA: A muchas personas les cuesta trabajo abrir la mente y entender que no hay un solo camino para el amor y que las familias pueden ser distintas a las de antes. He descubierto que las discusiones y las palabras no son eficaces, que la mejor manera es demostrarlo es con el ejemplo. Ten paciencia, tus padres son de otra época ya lo entenderán.

PREGUNTA: Tengo sexo con mi marido, porque me conviene tenerlo contento, pero no porque lo disfrute. Él es un hombre que no escucha, que cree que lo sabe todo. No sabe satisfacer a las mujeres, eyacula y se acabó. Por más que le explico que una relación sexual debe de ser recíproca y que venirse solo no cuenta, no puede llegar a entenderlo. ¿Qué piensas tú? ¿Cómo se lo puedo explicar?

RESPUESTA: En todas las relaciones sanas debe existir la armonía de dar y recibir. Ese acuerdo hace que las relaciones se nutran y que cada integrante de la pareja desee dar más y se quiera convertir en un mejor aliado. Si bien no todas las relaciones sexuales son parejas en lo que se refiere al goce, la vida sexual debe de ser satisfactoria para ambas partes. Las personas que no saben dar con el mismo gusto con que reciben, terminan con la armonía y la pareja simplemente se desgasta.

PREGUNTA: Mi marido me confesó que está en un tratamiento hormonal para cambio de sexo. Dice que tiene años padeciendo esto, pero por fin se armó de valor para contármelo. Quiere seguir en pareja conmigo porque me ama, nomás que ahora como mujer. Yo creo estar enloqueciendo. No quiero estar con una mujer. ¿Qué hago?

RESPUESTA: Es normal que te cuestiones todo. Con cambios menos drásticos muchos matrimonios se cuestionan si vale la pena seguir juntos. Como él, tu relación también se puede transformar, puede que se conviertan en amigas o puede que puedan seguir compartiendo la cama. Toma los cambios con filosofía; puede que esto resulte, puede que no. Ojalá puedas liberarte de juicios y rencores, reconocerte en una etapa nueva en la que busques en tu corazón qué es lo que tú quieres.

PREGUNTA: Hace unos meses, he notado que ya no se me para igual. Mi respuesta sexual ha disminuido y no sé qué me pasa. Me gustaba sentirme un animal sexual… no sé qué generó en mí este cambio. Soy yo el que ha cambiado, pero no sé cómo volver a ser el
mismo. ¿Qué hago?

RESPUESTA: No dejes que tu respuesta sexual mida tu vigor. Dale menos importancia a tu erección y concentra tus ganas en darle placer a la persona que ames, verás que, entre caricias y besos, entre sus apetitos y las tuyos, las erecciones volverán con fuerza. La mente juega un papel esencial y tu verdadero deseo no está situado solamente en tu erección, más bien en el placer y la creatividad con la que te entregas.