¿Existe el machismo entre homosexuales?

Pareciera que ser gay no tendría nada en común con el machismo, si pensamos que los hombres que tienen esta orientación sexual, de alguna manera son un grupo social, que al igual que las mujeres, sufren de discriminación y violencia, sin embargo, esto no es así, y muchos homosexuales son igual o más machistas que los hombres heterosexuales.

El problema radica en la cultura y la educación con la que esa persona ha crecido y ha recibido, en este caso, los gays como todo el mundo tendrán un referente de identificación y pueden ser machistas cuando se sienten representados como hombres y con la necesidad de reproducir sus mismos esquemas de conducta.

Es una idea de la gente heterosexual pensar que los gays se debe identificar con las mujeres, solo porque sienten deseo sexual por otros hombres, lo cual es errado. El hombre gay puede asumirse como macho, como un hombre totalmente masculino que solo tiene en diferencia con el  tradicional heterosexual que ellos expresan su sexualidad y erotismo con otros hombres y no con mujeres, pero no son ni femeninos ni “mujeres”, sino hombres en toda la palabra.

Un hombre homosexual en muchas ocasiones recurre al machismo porque necesita demostrar que es ser gay no le quita lo hombre y por ello reproduce actitudes y acciones discriminatorias hacia la mujer, lo que hace que socialmente sea más identificado como varón. 

Como el machismo tiene que ver con un rol de poder, de dominación e intimidación hacia un género al que se le percibe como inferior por diversas ideas, los gay machistas, por ejemplo no dudan en “medir a las mujeres” con el mismo parámetro que se hace bajo reglas del patriarcado, como los estándares de belleza al criticar el aspecto de la mujer, su estilo de vestir, su peso, y no pocas veces intrigar en el campo laboral sobre las ascensos o sueldos que ellas perciben alegando compensación por favores sexuales.

Una de la ideas que asumen estos hombres es un lugar común en el ideario masculino en general y es que las mujeres al ser más emotivas son menos racionales y por lo tanto menos capaces de tomar decisiones favorables, con lo cual se auto validan como hombres frente a los de su mismo género y con las mismas mujeres que pueden juzgar su sexualidad.

De tal forma, que el machismo no se exenta de la orientación sexual y puede replicarse en la sociedad sin importar si se es gay, transexual o bisexual.