LA GUÍA DEL SEXO
Guía para desenamorarte y perder el miedo a romper con alguien
(Foto: Unsplash)
Parece ilógico, pero muchas veces es difícil tomar la decisión de dejar a atrás una relación, pese a que las cosas malas superan en mucho a las buenas que tenemos con la persona en cuestión.
El principal culpable de no dar el paso es el miedo, el desconcierto de no saber cómo resolveremos cosas que se solían hacer en pareja, de que nadie más nos va a querer (esto es de lo más falso, pero nos lo creemos); de cómo salir adelante con los gastos y otros etcéteras.
De acuerdo a expertos en terapia de pareja, siempre es más fácil empezar una relación amorosa que acabarla, por la simple razón de que el pensamiento crítico esta casi anulado y nos dejamos llevar por el coctel de emociones que nos proporciona el enamoramiento y que nos hace querer estar pegados a la pareja 24 horas al día.
Conforme pasa los días y los meses, el efecto de la hormonas responsables del enamoramiento baja y nos deja frente a la realidad, de forma que empezamos a percibir las cosas en las que no congeniamos y aquellas que nos resultan molestas.
Este momento es crucial pues si la pareja logra encontrar la forma de superar las diferencias, hacer acuerdos para minimizar lo indeseable y fortalecer los puntos en que coinciden la relación avanza, de otra forma, se estanca, vicia y acaba.
Pero en toda relación amorosa hay puntos que resultan difíciles de dejar, pues nos dan placer o satisfacen ciertas necesidades, entre las más comunes están:
El buen sexo. Muchas personas creen que el buen sexo es sinónimo de amor, y mientras estén bien en la cama, dejan pasar mil y una ofensas, humillaciones y maltrato.
Si bien el sexo en muchas ocasiones refleja el nivel de salud de la relación, en otras es solo el canal para descargar otras emociones, pero sin generar un vínculo real con la pareja. Si es tu caso, recuerda que el buen sexo se construye, con cada pareja es distinto y siempre puede mejorar.
Creer que cierto maltrato es normal. La mayoría de las personas que tienen miedo al abandono pueden solapar malos tratos con tal de no estar sin pareja. Si es tu caso, debes acudir a terapia y aprender a valorarte, nadie tiene derecho a maltratarte y siempre hay personas para formar parejas.
Creer que lo/la vamos a cambiar. Si hay un mito arraigado en el tema del amor es que lo puede todo y las personas por amor cambian, pero eso en realidad no pasa. Estar esperanzados a que la pareja llegará a ser como queremos mientras le demostremos amor y sacrificios es malgastar esfuerzos y leña para incrementar las discusiones y peleas. Hay que destacar que nadie tiene por qué cambiar al otro, eso agrede la intimidad y su derecho a ser. Si es tu caso, cambia mejor la página y busca a alguien que se acerque más a lo que deseas y no te encapriches.
Creer que en realidad el otro no es malo/a. Además de ser ingenuo disculpar la agresividad de las personas, es una de las causas más riesgosas. Suponer que la pareja no tiene mala intensión lleva a tolerar la violencia. Si es tu caso, revisa por qué tiene necesidad de disculpar su mala conducta, muchos son casos de personas que no aceptan haber elegido mal, ¡cuidado!.
Tener quién te mantenga o mantenga a los hijos. Si bien es complicado salir adelante por uno mismo, no es imposible. Estar en una relación que te hace feliz solo por dinero no lleva a un buen final. Si es tu caso, checa la ley pues al separarse, cuando hay hijos, la manutención por ambos es obligatoria.
Echarle la culpa al destino. Asumir que es la pareja que nos tocó no solo es un argumento pasado de moda, sino una completa falta de aceptación de la responsabilidad.
Es uno quien elige a una persona y acepta la relación, no el destino, así que no hay ningún motivo metafísico para estar donde no nos quieren o las cosas no funcionan.