RELATOS SEXUALES
“Un cachondo éxtasis, gracias a sus dedos mágicos”, por Helena La Mala
(Foto: Archivo, El Gráfico)
Hola, mis amores, feliz miércoles a tod@s. Hoy tengo que presumirles el superorgasmo que tuve el otro día, donde ni siquiera hubo, como tal, contacto sexual.
Ni lo esperaba, simplemente pasó y yo me dejé llevar. Regresamos de la Ciudad de México después de una semana intensa. Llegamos a casita y simplemente nos acostamos a ver televisión; estabamos en calzones, por aquello del calor que se siente en Aguascalientes.
Me acomodé arrimándole mis nalguitas a Don Heleno y él comenzó a acariciarme. Después de días de estrés, mi cuerpo agradecía cada roce; me sentía en las nubes.
Cuando bajó mis calzones, mis ojos se iluminaron. Sentir sus caricias por mis nalgas y mi ano era la gloria.
Las cosquillas me invadían cuando sus dedos tocaban ligeramente mis labios vaginales; eso se intensificó cuando empezó a acariciar mi clítoris.
Pero no tenía la intención de nada más, solo darle amor. Sus dedos pasaban casi sin tocar mi clítoris, ahí estaba la magia que logró que mis pezones se pusieran duros y mis mejillas rojas.
En cierto punto, una mezcla de todas las caricias que paseaban por todo mi cuerpo se unieron; cerré mis ojos para sentir una descarga extraña, era demasiado el placer y, después de eso, calma absoluta.
Me quedé dormida profundamente. Cuando desperté, entendí que había sido un orgasmo o algo parecido. Sin duda quiero que vuelva a sucederme, aunque no sé exactamente cuál sea la clave para lograrlo.
Amores, quiero que estén súper pendientes de las redes de EL GRÁFICO porque tenemos una entrevista muy buena donde les hablaré de mis colaboraciones en CDMX. L@s adoro.