“Con un lindo conjunto rosa, logré sacar mis jugos blancos de mi centro”, por Helena La Mala

Hola, mis amores, feliz miércoles a tod@s. Hoy vamos a platicar sobre las fantasías. ¿Qué tal si ahora tú juegas el rol de otra persona?

Y es que, a veces, la monotonía da un poquito de flojera, pero tal vez no estamos listos para un intercambio con otras personas; en esos casos, podemos entrar en el papel y darle un giro a la situación.

Esta vez quise ser una mujer de cabello rosa y un vestido del mismo color. Una peluca y una actitud diferente bastó para entrar en el papel.

Llegué bailando y tocándome suave, todo era como estar entre nubes. Comencé a desnudarme lento, dejando que me apreciaran rico y con tiempo. Luego comencé a chupar delicadamente un miembro, metiéndomelo todo a la boca, despacito, para que se apreciara cómo cada centímetro desaparecía en mi garganta.

Cuando llegó el momento de montarlo, dejé que mis tetas libres rebotaran naturalmente. Al cambiar y estar de perrito, quería que mi cara sobresaliera mientras me la metían, así que volteaba para dejar ver cada uno de mis gestos y escuchar mis gemidos.

Cuando el sexo concluyó con él terminando dentro de mí, dejé que la cámara se paseara entre mis piernas, para ver el premio salir de mi centro.

Ganosa de más, tomé mi vibrador y comencé a masturbarme, para que cada orgasmo sacara ese jugo blanco de mi centro, cada clímax lo empujaba hacia afuera y dejaba que ustedes lo vieran. ¿Qué tal, eh? Todo esto ya saben dónde pueden verlo a todo color.

Así, con algo tan sencillo y al alcance, podemos jugar con roles. Ponerle poquita imaginación y muchas ganas de meternos en el papel, para darle sabor al sexo de siempre.

No es que sea aburrido, ¡coger siempre es delicioso! Pero cambiarle un poquito el sabor a veces es necesario.

Espero con ansias leernos la próxima semana y ya saben que les adoro infinitamente.