RELATOS SEXUALES
“Toda hinchada y con las piernas de Bambi, así teminé por sus estragos”, por Helena La Mala
“Toda hinchada y con las piernas de Bambi, así teminé por sus estragos”, por Helena La Mala (Foto: Archivo, El Gráfico)
Hola, mis amores, feliz miércoles. Espero que su semanita sea maravillosa y que los orgasmos los dejen como Bambi, con las piernitas temblando.
Así me pasó hace unos días, estábamos sentados viendo la televisión. Él estaba acostado entre mis piernas, de repente, sus dedos comenzaron a rozarme y traviesos entraron en mi calzón, estimulando mi clítoris.
Me desvestí y subí mis piernas al respaldo del sillón y comencé a masturbarme, dejando su cara frente a mi almendrita, podía ver cómo mi vulva se contraía cada que mi dedo apretaba más duro mi clítoris; así logré un orgasmo y otro y otro. Jadeando y temblando con mi almendrita hinchada, él se subió en mí ya con su pepino bien duro. Excitadísimo por el show que le había dado justo frente a su nariz, estaba ansioso por metérmela.
En cuanto su cabecita tocó la entrada de mi centro, un escalofrío recorrió mi cuerpo.
Esos orgasmos previos a la penetración me dejaron sensible a cada milímetro de su miembro. Me embestía con una fuerza que cada que estaba dentro de mí yo solo podía gemir y apretar sus nalgas para que su cuerpo estuviera por completo pegado al mío. Así fueron varios minutos hasta que tuve mi siguiente orgasmo. Un cosquilleo recorrió mis piernas, me retorcía y podía ver las estrellas.
Ahora, él podía sentir mis contracciones alrededor de su pene y eso lo hizo venirse, terminó dentro de mí y me dejó escurriendo de su leche. Cuando salió de mi centro, yo solo pude cruzar mis piernas y acostarme de ladito, para que no se escurriera su jugo.
Levantarme me costó un poco, era como si mis piernas pesaran, estaban aún extasiadas. Mi cuerpo seguía con los estragos del orgasmo. Fue delicioso.
De ese tipo de orgasmos les deseo a ustedes para lo que les queda de su semana. Con esta bonita vibra les mando todo mi amor.