RELATOS PICANTES
El gordito sin pelo que regresó a la vida de Lulú Petite, convertido en un galán seductor
"Supe entonces que eras tú. Me encantó volver a verte", dijo
(Foto: Especial)
Querido diario: Me saludaste con un beso en la mejilla y chuleándome la ropa: Vestido azul de falda corta y tacones altos, medias de liguero, maquillaje impecable y sonrisa de edecán.
Te peinaste el bigote con los dedos y me viste de arriba abajo. Me diste la mano y, como si se tratara de un pase de baile, me dirigiste para dar una vuelta y me dijiste algo que sonó entre albur y piropo, me hizo reír.
Cuando terminaste de encuerarte, ya tenías el pene bien parado. ¡Caramba! Estás bien dotado. Te sentaste en la cama y yo me senté en tus rodillas. Te di un beso mientras acariciaba tu herramienta dura y erecta.
—¿Me lo chupas? —pediste casi como un ruego.
Tomé un condón y me puse de rodillas delante de ti. Masturbé tu miembro un poco antes de metérmelo a la boca. Te la empecé a chupar con buen ritmo.
Te conocí hace un par de años, pero no te recordaba. En ese entonces, ni bigote ni barba; además, estabas gordísimo y pelón. Hoy, en cambio, luces cabello, un cuerpo atlético y una barba bien cuidada, de esas que se esculpen en barber shops de alto pedorraje. Eres otro.
Al final, te pregunté sobre tu transformación y me contaste que, poco después de conocernos, estuviste a punto de morir en un accidente tremendo.
Saliste vivo de milagro y sentiste que estabas desperdiciando tu vida. Entonces, diste un cambio radical: ejercicio, bajar de peso, cambio de imagen, injerto de cabello y una barba perfectamente cuidada. Eras otro y no pensabas privarte de nada. Te sorprendiste de que te recordara.
—¿Cómo me reconociste? —preguntaste.
Te voy a contar acá: Cuando te la chupé, hiciste un ruidito con la boca y apretaste las piernas, luego gemiste y de inmediato llenaste el condón de leche. El único que había hecho ese ruidito, ese apretón, el gemido y la venida, era un gordito simpaticón medio calvo que me cogí hace un par de años. Supe entonces que eras tú. Me encantó volver a verte.
Hasta el martes, Lulú Petite