RELATOS SEXUALES
“Me pone caliente y emocionada, porque mañana te lo como”, por Lulú Petite
(Foto: Archivo, El Gráfico)
Querido diario: Me preguntan por qué me gustas. Y, para serte sincera, yo misma me lo pregunto. No eres guapo, ni siquiera eres divertido. Tú mismo lo dices. Eres tímido, te falta conversación, por eso comenzaste a pagar por sexo. Así es más fácil. Sexo seguro, sin esfuerzos sociales ni daños colaterales.
Eres bajito, no tienes una figura espectacular ni tienes algo en particular que te haga especialmente apetecible. Eso sí, tienes personalidad, hueles delicioso y, a decir verdad, coges divino. Me llamaste para vernos mañana. En cuanto leí tu mensaje me estremecí, te imaginé desnudo.
Me gusta tocar tu cuerpo. Tus músculos duritos, pegados al hueso, son engañosos. A primera vista pareces flaco, pero en cueros, eres de esos flaquitos correosos y marrulleros, que son buenos para los trancazos y mejores para la cama.
Disfruto tus manos rasposas acariciar mi cuerpo, tu piel morena, oscura como el barro, hundirse en mis tetas, en mis muslos, en mi vientre, sentir tus manos buscar espacio entre mis piernas y tu boca explorar mi piel, robarme la tranquilidad a besos y poner mi corazón a palpitar desaforado, y mi esqueleto a temblar y estremecerse de emoción.
Me gusta cómo gimes cuando te agarro tu miembro y comienzo a masturbarlo, cómo pones los ojos en blanco cuando te la chupo. Te encanta ver tu falo perderse en mi labios, atragantarme, te gusta follarme por la boca, ponerme los ojos en blanco, que te acaricie los huevos y los sienta duros y repletos de la leche que vas a darme.
Me gusta cómo me coges, poco a poco, pero sin tregua hasta que nuestros orgasmos son lo único que se respira en nuestro cuarto.
Mañana te veo y eso me puso tan caliente, que iba a masturbarme. Pero preferí guardar la energía para mañana cuando me cojas y mejor vine aquí a escribir lo que sé que me espera.
Hasta el jueves, Lulú Petite