RELATOS ERÓTICOS
“Unas calientes embestidas en viernes, por la apuesta del dominó”, por Lulú Petite
“Unas calientes embestidas en viernes, por la apuesta del dominó”, por Lulú Petite (Foto: Archivo, El Gráfico)
Querido diario: El viernes en la noche todo era risas y copas en la cantina donde Juan se reúne con sus compañeros de trabajo. Todos los viernes, sin falta, allí se ven los amigos para la partida de dominó.
Entre copas, risas, albures y charla amena, cada semana sacan a golpe de mulas de seises el estrés del trabajo. Apuestan, pero poquito, sólo para ponerle emoción. Cada partida cincuenta pesos por piocha.
Juan tuvo una noche de suerte. Ganó todas. Él y Don Flavio, su pareja de dominó de esa noche, salieron forrados del billete que habían ganado a sus compas de oficina.
En esos juegos nadie se hace más rico ni más pobre. Quien pierde, sufre un pequeño descalabro en la quincena y quien gana sale con algo extra, pero nada que te cambie la vida.
El sábado Juan me llamó para gastarse conmigo el extrita que cayó en sus manos. Me separó las piernas, de pie, frente al tocador y, después de dedearme un rato, besar mi cuello y acariciarme las tetas, tomó un condón, se lo puso, dejó caer sus pantalones a los tobillos, me levantó la falda y moviendo apenas mi tanga a un lado, me la metió todita. Me cogió rico. Después de hacérmelo allí, pasamos a la cama y seguimos amándonos toda la hora.
Cuando nos estábamos despidiendo, tomó una hoja de periódico. Era EL GRÁFICO con una de mis colaboraciones. Me pidió que la firmara, pero lo que me dio risa fue lo que me pidió que escribiera: “Para los amigos del dominó, dice Juan que gracias”.
Estampé un beso con pintalabios en el papel y mi firma. Dijo que haría que lo cuelguen en la cantina. ¿Será? No sé. Al menos a mí me dio mucha risa. Pero si me ven un día en la pared de una cantina y es viernes, me saludan a Juan, estará jugando dominó.
Hasta el jueves, Lulú Petite