RELATOS PICANTES
Señor de más de 60 años logra estremecer a Lulú Petite, así fue el momento
Hace tres años se separó de la segunda esposa y dice que ya no está para romance
(Foto: Especial)
Querido diario: Don José tiene manos toscas, arrugadas por el sol y con manchas por la edad. Es varonil y atractivo, sólo en sus manos se ven sus más de 60 años.
Esas manos con las que me toca, palpa mis senos, acaricia mi cintura, me desnuda. Hace todo despacio, pero con mucho erotismo.
Sus labios buscan mi boca. Me lleva a la cama acariciando mi cuerpo. Estiro la mano hacia su bulto. Ya la tiene bien parada. Lo masturbo un poco mientras se acomoda. Busco un condón y se lo pongo con la boca.
Cuarenta y dos años, tres meses y quince días de servicio. Don José es policía y lo ha sido toda su vida. Desde chamaco, cuando andaba de novio con su primera esposa, agarró jale en tránsito. Le tocaba uniforme. Dice que en ese entonces les decían tamarindos.
Cuando lo hicieron mando ya andaba de novio con su segunda esposa. Le fue bien ascendiendo peldaños hasta hacerse de un espacio estable, más burocrático que político, de esos que resisten al paso de administraciones.
Ya le tocó jubilarse y no anda de novio con nadie. Hace tres años se separó de la segunda esposa y dice que ya no está para romance.
Quiere llevársela tranquila, disfrutando de no hacer nada y, cuando mucho, coger una o dos veces al mes con alguien que no le esté jodiendo por la tapa del escusado o porque no metió juntos los calcetines al bote de la ropa sucia.
Prefiere pagar por alguien que le limpie, alguien que le cocine y, claro, alguien que se lo coja. Allí entro yo.
Después de chupársela un rato, me acomodo para sentarme en su miembro. Me la voy clavando despacito. La tiene grande y muy dura.
El aprieta mis senos con sus manos arrugadas. Aprieta con fuerza, empujando mis pezones con los pulgares. Me la meto toda y comienzo a moverme. Cabalgando con calma. Estuvo rico.
Cuarenta y dos años, tres meses y quince días de servicio. Dos matrimonios. Tres hijos. Aun así, dice que, retirado, está pasando sus años más felices.
Hasta el martes, Lulú Petite.