“Mi mujer ya es muy fodonga y me está gustando otra que sí se cuida, ¿qué debo hacer?”

PREGUNTA: Mi vecina me encanta y me tira la onda, pero estoy casado y tengo un hijo. Desde el embrazo mi novia se ha ido descuidando y tiene varios kilos de más. En cambio mi vecina es deportista como yo, se cuida. Se ve sana. No quiero ponerle el cuerno, lo que quiero es sentirme libre. La paternidad me encanta, pero ser el marido de una mujer descuidada que ya no me atrae, la verdad no me gusta. ¿Qué se puede hacer?

RESPUESTA: Es común que el embarazo y la maternidad dejen a una madre exhausta; además las prioridades de uno cambian y la responsabilidad de formar una familia se vuelve gigantesca. Tienes la oportunidad de darle a tu chava una dosis fuerte de autoestima. Cuídala, cocina ensaladas y comida sana, consiéntela, llévala de paseo, pídele a alguien que cuide del bebe y dale tiempo y amor. Los kilitos de más desparecen fácil. Se un mástil en su vida, acompáñala en esta recha para que pueda volverse a conquistar a sí misma.

PREGUNTA: Soy una mujer con apetito sexual, a la que le gusta gozar. Quiero una vida sexual activa pero mi marido, que es flojo, sale cada día con otro pretexto; ahora dice que con el calor simplemente no puede. No se le antoja. Ves, siempre hay una excusa. Eso de estar rogando amor no va conmigo. Desde que me compré un juguetito que hasta succiona, me doy placer yo misma. ¿Usar mi vibrador a solas es como ponerle el cuerno? 

RESPUESTA: Por supuesto que usar tu vibrador es tu derecho. Es tu elección. Nada tiene que ver con ponerle el cuerno. Pero cuando te sacias sola ya no hay espacio para el intercambio en pareja y eso afecta. Para calor es bueno hacer el amor después de un baño y al aire libre después de caer el sol.

PREGUNTA: He subido de peso. Como chocolates con pan dulce y este vicio no me deja en paz. Especialmente en las madrugadas, cuando estoy nerviosa, pensando en dónde estará mi marido que no llega a dormir. Y es que este nuevo trabajo de escolta con personas que andan en la política lo tiene frito. Antes era pura flojera pero las muertes y los atentados, ya están normalizadas. Los pantalones no me cierran, me está reventando el brasier y hasta los calzones me aprietan. Me cocino en el calor. ¿Qué hago?

RESPUESTA: Aprovecha las madrugadas para hacer ejercicio. Báñate y vuelte a dormir, deja de autodestruirte con azúcar. Efectivamente hemos normalizado la violencia, parece que ya nada nos espanta. Ayuda a tu hijo a conseguir otra chamba y tú hazte tu propia aliada, sino terminarás por matarte de diabetes. Así como lo describes, te vas a morir de miedo.

PREGUNTA: Vivimos en casa de mi suegra porque Manuel perdió el trabajo. Como se encuentra deprimido no registra lo que me hace su hermano. A mí sus albures no me parecen chistosos... Necesito irme a casa de mi mamá, pero mi mamá no me acepta con Manuel. ¿Pienso en mí, pienso en él? ¿Qué hago?

RESPUESTA: Tienes que ver por ti para conservar tu paz. En tiempos de crisis los cambios generar oportunidades nuevas. Quedarte incómoda no te va a llevar a nada bueno. Será una buena prueba ver que tanto están los dos dispuestos a hacer para quedarse bajo el mismo techo.

PREGUNTA: Mi hermana y mi cuñado viven con mi mamá y rentan dos cuartos a extranjeros porque están en la Colonia Juárez que es muy popular. Es casa de mi madre y mi hermana es la que limpia los cuartos de los huéspedes. El marido no hace nada, pero nada. Come y vive de mi hermana desde hace meses. Ellos dicen que así están cómodos, pero yo no alcanzo a comprender porque mi hermana se aguata con ese imbécil. ¿Cómo le haga para sacarlo de casa de mi mamá?

RESPUESTA: Ocúpate de ti y deja que ellos los demás se ocupen de ellos. No puedes combatir en una batalla que no es tuya. Si tu hermana quiere mantener a ese tipo, tendrá sus razones, aléjate de ese trío que no te hace bien estar metida en líos que no son los tuyos. Te roban energía, te roban tiempo, te roban paz.